Abrí
Procede este linaje de las islas Baleares, donde, poco tiempo después de conquistadas por el rey Jaime I, gozaba de gran consideración Guillermo Abrí, que fue jurado de la ciudad y reino de Mallorca por el estamento de ciudadanos en el año 1282 y en 1285. Cuando el rey de Aragón, don Alfonso III, quitó aquella isla al rey don Jaime II, Guillermo, como uno de los representantes de Mallorca, prestó juramento y homenaje al vencedor.
Sobrevino una transacción entre el rey de Mallorca y el de Aragón, y Guillermo fue enviado a Zaragoza para ratificarla, en nombre y como síndico del reino de Mallorca.
Pedro Abrí fue jurado de aquella ciudad por la clase de ciudadanos, en el año 1290.
En 1343, en nombre y como diputados de la expresada ciudad, prestaron juramento de fidelidad al rey don Pedro de Aragón, Guillermo, Pedro y Juan Abrí.
A medianos del siglo XV se distinguió doña Inés Abrí, que casó con don Pedro Dezcallar y Santa Coloma, marqués de Lluchmajor, señor de la Bolsa de Oro, por cuya unión, y por gravamen de nombre y armas. Quedó desde entonces unido el apellido Abrí al de Dezcallar.
Don Guillermo Abrí Dezcallar y Serralta, natural de Mallorca, hijo de Jorge Abrí Dezcallar y de Margarita Serralta, ambos naturales vecinos de Palma de Mallorca, y nieto de Guillermo Abrí Dezcallar y de Leonor Berards, también de Palma de Mallorca, fue caballero de Alcántara en 1700.
Su padre José Abrí, había ingresado en 1641 en la Orden de Santiago.
Su abuelo, Guillemo Abrí Dezcallar, había sido también caballero de Alcántara y de San Juan.
Armas
El linaje trae por armas: En campo de oro, un árbol de sinople, de cinco ramas, arrancado.
Otros, de Mallorca: De oro, un árbol de sinople arrancado.