Aguada, Aguado
No están de acuerdo los tratadistas que hemos consultado respecto del origen de este apellido. Algunos opinan que es muy antiguo, que tuvo su primitivo solar en Navarra y que lo trajeron a Castilla varios caballeros de ese linaje que sirvieron al Rey Don Alfonso IX. Otros dicen que algunos caballeros Aguado acompañaron al Rey Don Fernando III el Santo a la conquista de Sevilla. Otros afirman, y ésta parece la versión más aceptada, que el apellido Aguado tuvo su origen en un suceso acaecido durante el sitio de Sevilla por el referido Monarca, pero no antes, y lo explican de la siguiente manera:
Tomaba parte en la citada memorable conquista, sirviendo al Rey Don Fernando III el Santo, un caballero de Castilla, natural de Aguilar de Campóo, en la provincia de Palencia, llamado Fortún Sáez. Este caballero, que era muy pequeño de estatura, venía siendo blanco de la mofa de un moro arrogante y esforzado, llamado Hamet Celín, y, cansado de tal burla, desafió al sarraceno a medir el valor de ambos en singular pelea. Aceptó el moro lleno de regocijo, pensando que nada más fácil para él que derrotar al diminuto cristiano; pero éste, a quien las mofas de su enemigo tenían indignado, salió a la pelea pletórico de rencor y rabia, eligiendo para la lucha un terreno en el que había pequeñas lagunas. El duelo fue largo y terrible, pero más diestro el cristiano, logró al fin matar al moro. Cortóle la cabeza y, volviendo a su campo, acudió a presentársela a su Rey. Al verle éste llegar empapado de sangre, agua y barro, le dijo:
— ¡Fortún, cómo venís!
A lo que contestó el caballero:
—Bueno, vengo y vencedor; pero muy aguado.
Y esta frase, que fue muy celebrada por los que la oyeron, dió motivo a que desde aquel momento le llamasen "el Aguado", y a que él tomase este mote por apellido. Abandonó también las armas de su linaje Sáez, que eran: En campo de sinople, una banda de oro, engolada en cabezas de dragones, y tomó las que por la hazaña referida le concedió Don Fernando III, y que describimos más adelante. Se retiró poco después el caballero Fortún a su tierra de Aguilar de Campóo y fundó en ella casa solar de su nuevo apellido Aguado. Casó en Aguilar con María de Bustamante, en quien procreó a
Sancho Aguado, que fundó en la iglesia de la citada villa una memoria. Este Sancho contrajo matrimonio con Marta de Argüello, y de esta unión nació
Pedro Aguado, caballero muy valeroso que en una batalla contra los moros fue herido y quedó manco del brazo derecho, por lo que se retiró a su casa de Aguilar de Campóo. Allí casó con Isabel Fajardo, en la que tuvo dos hijos. Uno fue monje de San Benito, y el otro, llamado Juan Aguado, siguió la línea, y se unió en matrimonio con Elvira Sánchez, en quien procreó a
Fernán Aguado, que peleó valerosamente en las guerras contra los moros, y casó en Valladolid con Antonia Román, y fueron padres de
Antonio Aguado, que sirvió eficazmente a Don Carlos V en la campaña de Flandes, por lo que este Monarca le otorgó el premio de poder aumentar sus armas en la forma que más adelante describimos.
Otras ramas de este noble linaje de Aguado procedentes de la casa solar de Aguilar de Campóo, se extendieron por Asturias, León, Rioja, Castilla y Andalucía, fundando nuevas casas de las que salieron también caballeros muy principales, que difundieron el apellido por otras regiones de España y América.
La rama del reino de León se llamó Aguado-Alvarez por haber entroncado con este linaje, y tuvo su casa en el lugar de Alvaré, junto a Bembribe, cerca del Bierzo.
Pedro Lorente Aguado juró al Príncipe de España con los infanzones en Zaragoza en 1646.
Ingresaron en la Orden de Santiago en los años que se citan: Francisco Aguado y Fernández, natural de Alcaraz (Albacete), en 1624; Antonio y José Francisco Aguado y Ballesteros, naturales de Alcaraz y Villanueva de los Infantes (Ciudad Real), respectivamente, en 1687; Pedro Aguado y Delgado, Capitán de la Compañía suelta de Caballería de Castilla, natural de Valdemoro (Madrid), en 1744, y Plácido María Aguado, Capitán del Regimiento de Caballería de Farnesio, nacido en Ciempozuelos (Madrid), en 1748 (hijo de Pedro Aguado Artalejo, nacido en Ciempozuelos en 1727, y de Victoria López Pintado; nieto paterno de Francisco de Aguado y de María Artalejo, naturales de Ciempozuelos, y nieto materno de Jerónimo López Pintado y de María Moral, naturales de Ciempozuelos, y biznieto paterno de Manuel Aguado y de Josefa Cabeza, naturales de Ciempozuelos), en 1796.
En la Orden de Calatrava ingresaron: José Aguado Correa y Chacón, natural de Valdemoro (Madrid), en 1717, y Antonio Aguado y Delgado Sanz y López, bautizado en Corella (Navarra) el 17 de Abril de 1714, Vizconde de Casa de Aguado, Conde de Montelisio (hijo de Antonio Aguado, bautizado en Corella el 29 de Septiembre de 1663, y de Antonia Delgado, bautizada en Corella el 25 de Febrero de 1679; nieto paterno de Juan Aguado, bautizado en Villarroya, en La Rioja, el 14 de Septiembre de 1621, Familiar del Santo Oficio, y de Vicenta Sanz, bautizada en Corella el 3 de Agosto de 1620; biznieto paterno de Bartolomé Aguado, bautizado en Villarroya el 6 de Junio de 1600, y de Mariana Marín, bautizada en Villarroya el 29 de Julio de 1585, y tercer nieto paterno de Juan Aguado y de María Cordón), en 1752.
Fueron caballeros de la Orden de Carlos III: Francisco Aguado y Melo de Portugal Fernández-Macía y Montealegre, natural y originario de Quiroga (Lugo), en 1818, y Alejandro Aguado y Ramírez de Estenoz Angulo y Herrera, Marqués de las Marinas del Guadalquivir y de las Marismas, bautizado en Sevilla el 29 de Junio de 1785 (hijo de Alejandro Ignacio de Aguado, bautizado en Cádiz el 27 de Febrero de 1754, y de María de la Luz Ana Ramírez de Estenoz, natural de Caracas, en Venezuela, y nieto paterno del citado Caballero de la Orden de Calatrava Antonio de Aguado y Delgado, y de Sebastiana Josefa de Angulo, natural de La Habana), en 1830.
Roque Aguado de la Cruz, natural de Cádiz, perteneció a la Orden de San Juan de Jerusalén, desde 1783.
Probaron su nobleza para ingresar como religiosos en la Orden de Santiago: Bartolomé Aguado Aguado Aguado y Tizón, natural de Ciempozuelos, en 1640, y Francisco Aguado de Burgos Sánchez y Jiménez, natural de Extremera (Cantabria), en 1559.
Ingresaron en la Real Compañía de Guardias Marinas: Martín de Aguado y Angulo, natural de Cádiz, en 1785; Gregorio y Saturnino Gregorio Aguado y Payan de Tejada, hermanos, naturales de Corella (Navarra), en 1790 y 1795; José y Olimpio Aguado y Rojas, hermanos, naturales de Sevilla, en 1845 y 1848, respectivamente, y Pascual Aguado y Flórez, natural de Madrid y originario de Huéscar (Granada), en 1850.
Probaron su nobleza en la Sala de Hijosdalgo de la Real Chancillería de Valladolid en los años que se indican: Juan de Aguado y Hernández, vecino de Sant Andrés, en 9 de Agosto de 1519; Juan Aguado de la Plaza y Miguel Aguado, vecinos de Valdemoro (Madrid), en 1527; Gómez y Juan Aguado, vecinos de Viñales (León), en 1528; Alvaro Aguado, vecino de San Félix de las Lavanderas (León), en 1544; Pedro Aguado, vecino de La Bañeza (León), en 1556; Pedro Aguado, vecino de La Bañeza, en 1565; Miguel y Pedro Aguado, vecinos de Cornago (La Rioja), en 1628; Miguel Aguado, vecino de Villamandos (León), en 1656; Bernardo, Francisco y José Aguado Correa, vecinos de Valdemoro y Madrid, en 1705; Antonio Aguado y Monroy, vecino de Toro (Zamora), en 26 de Abril de 1721; Francisco Aguado Gutiérrez y Serrana, natural y originario de Cedillo (Toledo), en 14 de Abril de 1731; Fernando Aguado Palacio García y Doro, natural de Ribera de Grajal (León), en 16 de Febrero de 1750; Fernando Aguado Navarrete Aguado y Olarte, natural de Hontoria de Ríofranco (Burgos), originario de Revenga (Burgos) y vecino de Zamora, en 1745; Ramón Francisco Aguado Castillo y Montoya, natural de Cifuentes, originario de Robledo y vecino de Munera (Albacete), en 30 de Agosto de 1755; José, Matías y Tomás Aguado Vidagaín Gallardo y Larraona, hermanos, naturales de Logroño y vecinos de Laguardia (Alava), en 5 de Abril de 1762 (eran hijos de Juan José Aguado, bautizado en Villoslada, en La Rioja, el 13 de Enero de 1706, y de Magdalena Videgain; nietos paternos de Bartolomé Aguado, bautizado en Logroño el 4 de Septiembre de 1681, y de Agueda Gallardo; biznieto paterno de Miguel Aguado y de Agueda Zorzano; terceros nietos de Juan Aguado y de María de las Heras, y cuartos nietos de Francisco Aguado); Marcos Aguado García y Fernández, natural y originario de Vandodes, vecino de Brimeda (todo en León), en 16 de Junio de 1766; Manuel Aguado Correa Petiego y Moreno, natural y originario de Seseña (Toledo) y vecino de Chinchón (Madrid), en 15 de Diciembre de 1770; Julián Aguado, vecino de Seseña (Toledo), en 1771; Ramón Antonio Aguado Martín Aguado y Serrano, natural y originario de Cedillo, vecino de Madrid, en 25 de Mayo de 1776, quien ingresó en el Real Cuerpo Colegiado de Hijosdalgo de la nobleza de Madrid, en 1783; Julián y Román de Aguado Rodríguez Fernández y Osorio, hermanos, por sí y por los hijos de Román, Aniceto y Gervasio Aguado Díaz Rodríguez y Aguado, naturales de Pantoja (Toledo) y originarios de Cedillo, en 2 de Julio de 1777; Zoilo Aguado Mahamud y Robles, natural del Hospital del Rey, originario de Pedrosa del Príncipe (Burgos), y vecino de Castrojeriz (Burgos), en 28 de Julio de 1789; Tomás Aguado Tarancón Ribera y Cadenas, natural de Ribera de Grajal y originario de Villamandos (León), en 31 de Mayo de 1799; Lorenzo Aguado Tarancón Rivera y Cadenas, hermano del anterior, natural de Ribera de Grajal y vecino de Villaquejida (León), en 4 de Marzo de 1817; Francisco de San Buenaventura Aguado Melo de Portugal Fernández y Montealegre, natural de Encomienda de Quiroga, vecino y originario del Hospital de Quiroga (Lugo), en 10 de Marzo de 1807, y Diego y Miguel Agapito Aguado Aguado Díaz Aguado y González, hermanos, naturales de Esquivias y vecinos de Seseña (Madrid), en 23 de Abril de 1815.
Probaron su nobleza en la Real Chancillería de Granada, en los años que se expresan: Alonso de Aguado, vecino de Belmonte (Cuenca), en 1737; Antonio Aguado, vecino de Güevéjar (Granada), en 1799; Antonio Aguado, vecino de La Rada (Albacete), en 1584; Gaspar Aguado, vecino de El Puerto de Santa María (Cádiz), en 1784; Juan y Antonio Aguado, naturales de Cifuentes (Guadalajara) y vecinos de Munera (Albacete), en 1803; Roque Aguado e hijos, vecinos de Cádiz, en 1777; Juan Aguado de Fonseca, vecino de Lezuza (Albacete), en 1577-1617; Francisco Aguado de Quesada, vecino de Baeza (Jaén), en 1657; Francisco Aguado Romero, vecino de Munera, en 1699, y Alonso Aguado de Ureña, vecino de Cañete (Cuenca), en 1574.
Para ejercer cargos del Santo Oficio de la Inquisición probaron su nobleza: Benito Aguado y Bueno, Presbítero, natural de Peñafiel (Valladolid), para Comisario, en la Corte, en 1816; Fermín Aguado y Artalejo, Presbítero, natural de Ciempozuelos (Madrid), para Ministro Oficial, en Toledo, en 1787; José Aguado, para Calificador, en la Corte, en 1816; Luis Aguado de Fonseca, natural de Lucena (Córdoba), para Oficial, en Córdoba, en 1592; Luis Aguado de Fonseca, natural de Lucena, Abogado de los Reales Consejos, Auditor de la gente de guerra de Andalucía, Oidor y Gobernador del Estado del Duque de Arcos, para Oficial, en Córdoba, en 1642; Roque de Aguado y Segura, natural de Sigüenza (Guadalajara), para Familiar, en Lima, en 1677; Antonia Aguado y Pardo, natural de Pedrosa del Príncipe (Burgos), y su esposo Juan de la Puebla Moreno, natural de la Casa de Uceda, para Oficial, en Toledo, en 1685; María Aguado del Molino, natural de Pedrosa, esposa de Juan Antonio Fernández de la Reguera, natural de Aguilar de Campóo (Palencia), para Oficial, en Valladolid, en 1682; Josefa Aguado Delgado, natural de Chincha, esposa de José de Muñatones Pastrana, natural del Puerto de Pisco, para Familiar, en Lima, en 1668; Juan Aguado de Burgos, en México, en 1649; Sebastián Aguado y Faxardo, natural de San Miguel el Grande, para Alguacil Mayor, en San Miguel el Grande, en 1779; Antonia Aguado, natural de Humanes (Guadalajara), y su marido Miguel García de Sena y Arteaga, natural y vecino de Móstoles (Madrid), para Ministro, en Toledo, en 1758; Catalina Aguado y su marido Francisco Rojo, naturales y vecinos de Fuenlabrada, para Familiar, en Toledo, en 1598; Fray Francisco de Jesús, llamado Francisco Aguado, Trinitario descalzo, morador en su Convento de Jesús Nazareno en la villa de Madrid y natural de Ciempozuelos, para Calificador, en Toledo, en 1772; Gregorio de Aguado, natural de Fuencarral y vecino de Madrid, y su mujer Inés Jorrín, natural de Salces (Cantabria), para Familiar, en Toledo, en 1666; Juan Aguado, natural de Valdaracete (Madrid), y su mujer María Roldán, natural de Canencia (Madrid), vecinos de Madrid, para Familiar, en 1657; Gaspar Fernández de Aguado y María Aguado, naturales de Ciempozuelos y vecinos de Torrejoncillo, para Familiar, en Toledo, en 1627; María Aguado y su marido Francisco Méndez, naturales de Alcobendas (Madrid) y vecinos de Fuente El Fresno (Ciudad Real), para Familiar, en Toledo, en 1643; María Aguado y su marido Juan Madridano, naturales y vecinos de Illescas (Toledo), para Familiar, en Toledo, en 1653; Manuel Aguado de Acebrón, natural de Carabanchel (Madrid) y su mujer Antonia Escobar, natural de Fuenlabrada, vecinos de Carabanchel, para Familiar, en Toledo, en 1785; Eugenio Aguado de Lara, natural de Alcobendas y cura de Algete, para Calificador, en Toledo, en 1720; Catalina Aguada, natural de Ciempozuelos (Madrid), y su marido Alonso Aufión, natural de Seseña (Toledo) y vecinos de Madrid. Oficial de la Secretaría de Cámara del Consejo de Indias, en Toledo, para Familiar, en 1628; Catalina Aguada y su marido Antón Fariñas, naturales y vecinos de Olías, en Toledo, en 1616; Jerónima Aguada y su marido Gabriel Vaquerizo, naturales de Ciempozuelos y vecinos de Madrid, para Familiar, en Toledo, en 1623, y Magdalena Aguada y su marido Juan Ruiz, naturales y vecinos de Pioz (Guadalajara), en Toledo, en 1586.
Mateo Aguado de Vega, natural de Valdemorillo (Madrid), probó su nobleza para ingresar como religioso en la Orden de Calatrava, en 1636.
Armas
Las que tomó por concesión del Rey Don Fernando III el Santo el caballero Fortún Sáez, fundador del apellido Aguado y del solar de este linaje en la villa de Aguilar de Campóo, y las que siguieron usando sus descendientes, son: En campo de plata, cinco fajas ondeadas de azur, surmontadas de una cabeza de moro con turbante blanco y chorreando sangre por el corte del cuello. Bordura de oro, con ocho aspas de gules.
Estas armas, como ya hemos dicho, fueron aumentadas por Antonio Aguado, descendiente directo del caballero Fortún, en virtud del premio que le otorgó el Emperador Don Carlos V por los servicios que le había prestado en la campaña de Flandes, quedando su escudo organizado en la siguiente forma: Escudo cuartelado: 1º y 4º, las armas de su antecesor, Fortún, y 2º y 3º, en campo de plata, un castillo de gules. Bordura de oro, con ocho aspas de gules, que es también la misma que lleva el escudo del citado Fortún.
Los de Asturias, Castilla y Andalucía, según el Cronista Juan José Vilar y Psayla, traen: En campo de plata, un árbol de sinople, sobre ondas de agua de azur y plata, y un lebrel blanco atado al tronco con cadena de sable.
Los Aguado del solar del valle de Carricedo, en Burgos, traen estas armas: Escudo partido: 1º, en campo de púrpura, un castillo de piedra, aclarado de oro, surmontado de una estrella también de oro, de seis puntas, y 2º, en campo de gules, cuatro bandas de plata. Bordura de azur, con cuatro flores de lis de oro.
En el expediente de nobleza de Roque de Aguado y sus hijos, originarios de la villa de Cornabo, en Castilla, ante los Reales Tribunales de Navarra, en 1753, trae: Escudo partido: 1º, en campo de púrpura, un castillo de piedra, surmontado de una estrella también de oro, de seis puntas, y 2º, en campo de gules, cuatro bandas de plata. Bordura de azur, con cuatro flores de lis de oro.
Los de las Montañas de Burgos, según el Cronista del Emperador de Don Carlos V, Ave de Gracia Dei, usan: En campo de gules, un castillo de plata, y en punta, ondas de agua de azur y plata.
Los de las Montañas, según el Cronista Juan Francisco de Hita, usaron: En campo de plata, un árbol de sinople y arrimado al tronco un lobo de sable andante.
Los de Pinillos y Lumbreras (La Rioja), según los Cronistas Francisco Gómez Arévalo de Villafufre y José Pellicer y Tovar, usan: En campo de gules, un castillo de plata, aclarado de azur. Bordura de azur, con ocho aspas de oro.
Los radicados en Munera (Albacete), según Vicente de Cadenas: En campo de oro, un cañón, de sable.
Los radicados en Ribera de Grajal (León): En campo de sinople, una banda de gules, perfilada de oro.
En el expediente de nobleza del Caballero de Alcántara, Gabriel Aristizabal y Espinosa Olloqui y Aguado, natural de Madrid, año 1783, constan las siguientes armas para los Aguado de Ciempozuelos (Madrid): Escudo ajedrezado de plata y sable.
En la calle Mayor de Palencia, número 33, constan las armas de Aguado o Aguado-Pardo, que son: Escudo cuartelado: 1º, en campo de azur, tres cisnes de su color, picados y armados de gules; 2º, partido: primero, en campo de gules, una cruz florenzada, de oro, y segundo, en plata, dos lobos rampantes de su color, en palo, linguados de gules; 3º, fajado de oro y gules, y 4º, partido: primero, en campo de plata, trece tortillos de azur, puestos dos, dos, dos, dos, dos, dos y uno, y segundo, en campo de azur, un menguante de plata.
Casco con penacho y lambrequines.
Los de Zaragoza traen: En campo de gules, tres bandas de plata. Bordura componada de doce piezas: seis de plata, con un sotuer de gules, y seis de gules, con un sotuer de plata.
Otros: En campo de sinople, una torre de plata, sobre ondas de agua de azur y plata.
Por haberse hallado en la Batalla de Arrigorriaga usaron: Escudo partido: 1º, en campo de sinople, una torre de plata, sobre ondas de agua de azur y plata, y 2º, en campo de plata, dos lobos andantes de sable.
Los Aguado de otra casa solar del linaje, sita más abajo de Aguilar de Campóo, junto a la puerta de San Miguel, traen estas otras armas: En campo de oro, un árbol de sinople sobre las aguas de un arroyo. Entre las ramas del árbol, mostrando medio cuerpo fuera de ellas, una doncella hermosa, vestida de azur, y empinados al tronco de ese árbol y afrontados, dos lobos de sable.
Juan Francisco de Hita dice que el campo de este escudo es de plata en vez de oro; pero no coinciden con él otros autores que hemos consultado.
Los Aguado-Alvarez, del solar del lugar de Alvaré, junto a Bembribe, cerca del Bierzo, usan estas otras armas: En campo de sinople, tres bandas de oro. Bordura componada de diez piezas: cinco de gules, con un sotuer de oro, y cinco de plata, con un armiño de sable. Por divisa, esta leyenda: "Soy un perro que royó un hueso, y royéndolo, recibo reposo. Tiempo vendrá, si no es venido, que morderé a quien me ha mordido".