Alba
Hay varias opiniones acerca del origen de este antiguo linaje.
Algunos autores, entre ellos Diego Hernández de Mendoza, dice que es originario de Alemania y que lo trajo a España un caballero alemán llamado Mosén Pedro Albaney o Albanés, que, por supresión de las últimas letras de su apellido, dio origen al de Alba.
Dicho caballero vino a España a pelear contra los moros, radicó en Cataluña y asistió a la toma de Villafranca del Penedés, una de las poblaciones que se recuperaron en los primeros tiempos de la Reconquista, como se afirma en la "Historia de los Condes de Barcelona".
En Villafranca del Penedés hizo casa el referido guerrero alemán y allí quedó heredado. Algunos de sus descendientes, usando el apellido Alba, pasaron después a Alcolea de Cinca, en la provincia de Huesca, extendiéndose por las localidades de la ribera del Cinca, en Aragón.
Una rama de éstos se establecieron en las villas de Los Arcos y Cascante, en Navarra, y de esta última pasó a la ciudad de Vitoria en 1520, fundando en esta población nueva casa solar de mucho lustre, cuyas líneas pasaron a Vizcaya, Castilla, Andalucía y Extremadura, difundiendo así el apellido.
Otros genealogistas afirman que el origen del linaje Alba arranca de Asturias, de la fortaleza o castillo de Alba de Quirós, que en tiempos de Don Alfonso VII poseía Gonzalo Peláez de Asturias, de quien hace memoria Fray Prudencio de Sandoval en la "Crónica de Alfonso VII", y que de Asturias procedían los que fundaron la casa solar de Vitoria.
Otros autores, finalmente, dicen que es casa originaria española y que su solar radicó en Castilla la Vieja.
De estas tres versiones, la que parece tener más crédito entre los tratadistas que hemos consultado es la que hace dimanar el origen del apellido Alba, del caballero alemán Mosén Pedro Albaney, y pudiera acreditar ese origen el hecho de que hubo algunos del linaje Alba que usaron por armas las mismas que traía el citado caballero germano, y que más adelante describiremos.
Lo que está fuera de toda duda es que el apellido es muy antiguo, que su casa solar de la ciudad de Vitoria fue muy noble y principal, y que de ella proceden la mayor parte de las líneas que difundieron el apellido en Vizcaya, Castilla, Andalucía y Extremadura.
Juan de Alba Maraver y de la Espada, Veedor de la gente de guerra y fábricas de las fronteras de Extremadura, natural de Fuente del Maestre (Badajoz), ingresó en la Orden de Santiago, en 1690.
El licenciado Diego de Alba, natural de Vitoria, ingresó en la Orden de Calatrava, en 1534.
Probaron su nobleza ante la Sala de Hijosdalgo de la Real Chancillería de Valladolid, en los años que se indican: Ana de Alba, vecina de San Juan de la Torre, en 1584; Andrés de Alba, Veedor de las galeras de S.M., vecino de Logroño, en 1568; Fernando de Alba, vecino de Coviellas (Asturias), en 1571; Francisco de Alba y Fernández de Cezana, natural y originario de Belmonte de Miranda (Asturias) y vecino de Cezana (Asturias), en 1752; Juan de Alba, vecino de Olmedo (Valladolid), en 1520; Juan de Alba, vecino de Sosas de Laciana (León), en 1628; Lope de Alba, vecino de Segovia, en 1548; Pedro Alba, vecino de Madrigal, en 1539, y Jerónimo de Alba y Maldonado, natural de Salamanca y originario de Jerez de los Caballeros (Badajoz) y vecino de Madrid, en 1778.
Probaron su nobleza en la Real Chancillería de Granada, en los años que se expresan: Bartolomé de Alba, vecino de Jerez de los Caballeros (Badajoz), en 1699; Manuel de Alba, vecino de Segura de León (Badajoz), en 1782; Antonio de Alba Casquete, vecino de Lebrija (Sevilla), en 1804; Antonio Alba Méndez, vecino de Lebrija, en 1803, y Víctor Cenón Alba Méndez, vecino de Monesterio (Badajoz), en 1786.
En el Archivo de Simancas se custodia el privilegio de hidalguía a favor de Isabel Alba, mujer de Juan Contador, y sus hijos, vecinos de Málaga, por sus servicios, en 1567.
Probaron su nobleza en la Real Audiencia de Oviedo: Pedro Alba Menéndez Menéndez y Menéndez, natural y originario de Agüera de Miranda (Asturias), y vecino de Montovo (Asturias), en 1781; Antonio Alba y Rodríguez, originario de Parlero (Asturias), y vecino de Paredes (Asturias), en 1824, y Domingo Alba Sirgo Feito y Cano, natural de Quiloño (Asturias), y originario de Somiedo, en 1787.
Entre los Caballeros Hijosdalgo recibidos en el Estado Noble de Madrid, y que entraron en suertes, ejerciendo los cargos del Ayuntamiento, figuraron: Francisco de Alba, en 1629; Matías Alba Alvarez López de Valcarce y González, natural de Pobladura y Alcalde del barrio de San Cayetano, quien ingresó en 1783 como caballero del Estado Noble en el Real Cuerpo Colegiado de Hijosdalgo de la Nobleza de Madrid, en 1758; Ginés Alba-Maldonado Hermosa Reales y Espejo, en 1778, y Jerónimo Alba Maldonado Reales y Villaón, natural de Salamanca, Diputado del común, en 1778, quien ganó Real Provisión de nobleza en Valladolid.
Para ejercer cargos del Santo Oficio de la Inquisición probaron su nobleza: Alonso Alba y Cueva, natural de Colomera (Granada), para Alcaide, en Granada, en 1686; Diego de Alba, Canónigo de Santiago, natural de Madrigal, en Valladolid, en 1573; Pedro de Alba y Valcárcel, natural y vecino de Madrid, para Familiar, en Toledo, en 1640; José de Alba de la Calera, natural de Cereceda, para Oficial, en Logroño, en 1700, y Simón de Alba y Charco, natural de Viana, para Ministro Oficial, en Logroño, en 1804.
Litigaron su nobleza para ingresar como religiosos en la Orden de Alcántara: Francisco de Alba Sotomayor y González Marta, natural de Valencia, en 1599, y Francisco de Alba Sotomayor y León, natural de Valencia, en 1629.
Juan Alba, burgués de Besalú (Girona), asistió como Síndico del Brazo Real de Besalú en las Cortes del Principado de Cataluña, en 1460 y 1473-1479.
Andreu Alba fue Ciudadano Honrado de Barcelona y Girona en 1638. Andreu Alba, también fue Ciudadano Honrado de Barcelona en 1659, y Salvador Alba, en el siglo XVIII.
Andrés Alba, natural de Gerona, fue creado Ciudadano Honrado de Barcelona y de Girona, en Barcelona el 10 de Diciembre de 1643.
Diego de Alba y Sánchez, bautizado en Alcalá de Henares el 20 de Diciembre de 1655, Secretario de S.M. y Oficial tercero de la Secretaría de Estado de la Negociación de Italia, probó su nobleza para ingresar en la Orden de Santiago, en 1691.
Armas
Las primitivas del apellido, esto es, las que los Alba tomaron del caballero alemán que se considera su fundador y que usan especialmente los de Villafranca de Penedés y en otros puntos de Cataluña, y en Alcolea de Cinca y otras pueblos de Aragón y Navarra, según el Cronista y Rey de Armas Juan Francisco de Hita, son: En campo de gules, un águila de plata, picada y membrada de oro. Bordura de azur, con ocho estrellas de oro.
Estas armas fueron después modificadas y comenzaron a traerlas muy distintas en diversas regiones las ramas del linaje.
Lorenzo de Padilla dice que en Cataluña ostentaban algunos Alba: En campo de azur, una estrella de oro, de veinte rayos.
Bernabé Moreno de Vargas, confirma que la estrella la traían en su escudo los Alba.
La casa de Vitoria y sus líneas en Castilla, Andalucía y Extremadura, según el Cronista Juan José Vilar y Psayla, traen: En campo de azur, un castillo de oro, de tres torreones, sumados de un cuervo de sable cada uno, y al pie del castillo dos lobos de oro, afrontados, atados uno a cada lado de la puerta.
Según algunos autores la casa de Vitoria trae: En campo de azur, un castillo de oro, de tres torreones, sumados de un cuervo de sable cada uno, y al pie del castillo dos lobos de oro, afrontados, atados con cadena negra a la puerta del castillo.
Rodrigo Méndez Silva y otros tratadistas dicen que los Alba de esa casa de Vitoria traen las mismas armas de esta ciudad, que se diferencian de las anteriores en que el campo es de plata y el castillo de piedra, sostenido de dos leones de gules, sobre cuyas espaldas se asienta: De plata y en él, castillo natural almenado, puertas y ventanas sinople, sostenido de dos Leones gules encontrados en posición natural andante, y sobre las almenas del costado dos cuervos sable mirando al frente; sobre la puerta principal escusón de gules y en él las iniciales de Isabel II, de oro.
Otros de la casa de Vitoria traen: En azur, un castillo de oro, aclarado de gules y con tres torreones, sumado cada uno de ellos de un pájaro posado, de plata. Atados a la puerta con cadena de plata, dos lebreles también de plata con manchas de sable y afrontados. Divisa: "Firme el pie y alta la frente", puesta en letras de oro, sobre un volante de azur.
Los de Vizcaya, según testimonio del Cronista Juan José Vilar y Psayla, usaron: En campo de oro, un árbol de sinople, y un lobo pardo, pasante al pie del tronco.
J.-B. Rietstap señala que el árbol esta sobre una terrasa aislada de sinople, y que el lobo es de sable.
Los originarios de Cacabelos (León) y radicados en León, Madrid y Colombia, según Vicente de Cadenas, usan: En campo de gules, un castillo, de oro, almenado y mazonado de sable y aclarado de azur, con una bandera de plata en su homenaje.
Los del lugar de Somoza, según Vicente de Cadenas, usan: En campo de oro, una brújula, de azur, con la aguja de plata.
Otros: Escudo ajedrezado de plata y de azur, tres órdenes verticales por cinco horizontales.
Los Alba o Alva, de Asturias, según José Pellicer y Tobar y Antonio Gómez de Arévalo, traen: En gules, una faja de oro, cargada de una cigüeña blanca al natural.
Los de la ciudad de Vitoria y sus ramas en Vizcaya y Portugal traen: Escudo verado de plata y azur. Jefe de azur, cargado de una estrella de ocho rayos de plata. Por timbre: Una estrella de ocho rayos de plata.