Chirino, Chirinos, Cherino, Cherinos
Noble y antiguo linaje originario de Galicia. Tuvo su primitivo solar en Lamas (Pontevedra). El caballero Pay Chirino, hijo de ese solar y Almirante de Castilla, se halló con el Rey Don Fernando III, el Santo, en la toma de Sevilla. Volvió después a su tierra, donde falleció, siendo enterrado en la Iglesia de San Francisco de Pontevedra.
Otros Chirinos de Galicia asistieron también a la conquista de Andalucía, y fundaron casas muy principales en las ciudades de Úbeda (Jaén) y de Cádiz.
También crearon casa en Cuenca.
Pasaron a Argentina, Bolivia, Cuba, Estados Unidos, Guatemala, Honduras, México, Perú, Puerto Rico, República Dominicana, El Salvador y Venezuela.
Fernando Chirinos de la Cueva, natural de Ubeda, fue Caballero de la Orden de San Juan de Jerusalén en el Priorato de Castilla y León en 1616.
Marcelo Chirino de Gregorio, natural de Mesina (Sicilia-Italia), fue Caballero de la Orden de Santiago, en la que ingresó en 1616.
Probaron su hidalguía ante la Real Chancillería de Granada: Luis Cherino, vecino de El Puerto de Santa María (Cádiz), en 1604, y Pedro Cherino de Ribadeneyra, vecino de Beteta (Cuenca), en 1550.
Probaron su limpieza de sangre para ejercer cargos del Santo Oficio de la Inquisición: Alonso Chirino de Salazar, natural de Cuenca, de la Compañía de Jesús, para Calificador del Consejo, en la Corte, en 1640; Bernardo Chirino de Loaísa, natural de Cuenca, Arcediano de Valladolid, para Oficial, en Valladolid, en 1632; Luis Chirino de Salazar, natural de Cuenca, de la Orden de Santiago, para Oficial, en Cuenca, en 1628, y Bartolomé Chirinos Tello Mellado, natural de Córdoba, clérigo de Ordenes menores y capellán, para Notario, en Córdoba (hijo de Agustín Chirinos de Morales y de Antonia Tello Mellado y nieto paterno de Juan Chirinos de Morales y de Beatriz de Ayala), en 1719.
Luis Chirino de Salazar fue recibido como Caballero Hijodalgo en el Estado Noble de Madrid, y que entró en suertes, ejerciendo los cargos del Ayuntamiento, en 1660.
Armas
Los de Galicia y los de Castilla, según Miguel de Salazar, usan: En campo de azur, cinco flores de lis de oro, puestas en sotuer.
Estas armas traen los originarios de Cádiz y radicados en Cuba.
Según Bernardo de Estrada y Nava traen: En campo de gules, cinco flores de lis de plata, puestas en sotuer.
La casa de Ubeda acrecentó esas armas en escudo cuartelado, en esta forma: 1º y 4º, en campo de azur, cinco flores de lis de oro, puestas en sotuer, y 2º y 3º, en campo de gules, un león rampante de oro.
Así se veían sobre los enterramientos propios que los Chirino de Ubeda tenían en la capilla de la Virgen de la Iglesia de San Francisco, de dicha ciudad.
La línea de Coro (Venezuela), dimanada de la de Cádiz, también tiene las mismas armas, organizadas en este escudo cortado: 1º, de azur, con cinco flores de lis de plata (en vez de oro), puestas en sotuer, y 2º, de gules, con un león rampante de oro.
Como adornos exteriores, trece galeras, que son con las que acrecentó su escudo el Capitán Alonso Chirino, hermano de Alonso Chirino.
Ese escudo lo conservó en Caracas el Doctor Pedro Manuel de Arcaya, ilustre hombre público y Diplomático de Venezuela, por haberlo heredado de su abuela Presentación Chirino Garcés.
Otros: En campo de gules, tres árboles, de oro, puestos en palo, y surmontados cada uno de ellos, de una flor de lis, de oro.
Algunos Chirinos: En campo de azur, una muralla de oro, y saliendo de sus troneras once cañones, de sable.
Los Chirinos, de León, según Vicente de Cadenas, traen: En campo de plata, un gallo, de gules.