Conejo
Dice Francisco Lozano que los de este linaje proceden del solar de Coello en Galicia, desde donde pasaron a Portugal y Extremadura.
En Castilla tuvo casas solares en Nava del Rey y Villalón de Campos, en la provincia de Valladolid, documentadas en el siglo XVI.
En Aragón tuvo casas solares en Celadas (Teruel), su dueño Joan Conexo, y en Corbatón (Teruel), su dueño Domingo Conexo, documentadas en la Fogueración aragonesa de 1495.
Pasaron a Argentina, Bolivia, Costa Rica, Cuba, Chile, Ecuador, Estados Unidos, Filipinas, México, Perú y Venezuela.
Diego Conejo y Villalón, natural de Villalón de Campos, pasó a Indias en 1510.
Ingresaron en los colegiales del Mayor de San Ildefonso y menores de Alcalá: Andrés Conejo, natural de Olías, en 1560, y Gaspar Conejo, natural de Olías, en 1644.
Leonor Benita Conejo, madre de Fernando Caballero y Conejo, vecinos de Chiclana de la Frontera (Cádiz), probaron su nobleza ante la Real Chancillería de Granada en 1788. Diego Conejo, vecino de Villalpando (Zamora), obtuvo privilegio de hidalguía el 23 de Noviembre de 1712.
Baltasar Conejo Alonso, vecino de Nava del Rey (Valladolid), obtuvo privilegio de hidalguía el 16 de Septiembre de 1749.
Andrés Conejo y Cortés, natural de Lobón, que obtuvo privilegio de hidalguía por Don Carlos IV el 14 de Mayo de 1819. Casó en Puebla de la Calzada (Badajoz) en 1790 con Catalina Bejarano y Bejarano, y fueron padres de
Sancho Conejo y Bejarano, nacido en Lobón en 1795, Ayuda de Cámara del Infante Don Sebastián. Al fallecimiento de Don Fernando VII, y siguiendo al Infante en la primera Guerra Carlista tomó las armas por Don Carlos, llegando a desempeñar el empleo de Coronel de Caballería. Falleció en Bazas (Francia) en 1842, cuando regresaba del exilio.
Joaquín Conejo fue Caballero de la Orden de San Juan de Jerusalén, en la que ingresó el 7 de Diciembre de 1859.
Armas
Los de Galicia, según Francisco Lozano, usan: En campo de plata, dos águilas de sable, mirándose, picadas y membradas de oro, y en punta dos conejos de su color encontrados. Bordura de azur, con ocho cruces de oro huecas, como las de Calatrava.
Los radicados en Madrid, según Vicente de Cadenas, traen: En campo de sinople, un conejo de oro, acrupido.
Otros: En campo de azur, una sirena, de dos colas, de carnación y la cola de azur.