Donoso
Miguel de Salazar dice que este linaje es originario de Aragón y que pasó a las Montañas de Burgos, que es como los antiguos llamaban a la Montaña de Santander. En ésta señalan también algunos tratadistas una antigua casa solar de Donoso.
En Aragón tuvo casas solares en Ibdes (Zaragoza), sus dueños Gil Donoso y Miguel Donoso, documentadas en la Fogueración aragonesa de 1495.
Pero donde este noble linaje aparece con más lustre es en Extremadura, en la provincia de Badajoz, en cuya ciudad de Villanueva de la Serena radicaba ya en principios del siglo XVI una casa muy principal de Donoso, con ramas en el lugar de Campanario (Badajoz); en la villa del valle de la Serena (Badajoz).
Pasaron a Chile, Ecuador, Estados Unidos, Filipinas, México y Panamá.
Alonso Donoso, vecino de Villanueva de la Serena, obtuvo confirmación de Caballero por sus buenos servicios en 1493.
Probaron su limpieza de sangre para ingresar como religiosos en la Orden de Santiago: Antonio Donoso, natural de La Haba (Badajoz), del Convento de San Marcos de León, en 1723, y Sebastián Donoso, del Convento de Santiago de Uclés, en 1546.
Antonio y Gaspar Donoso de Valdivia, naturales de Campanario, probaron su limpieza de sangre para ingresar como religiosos en la Orden de Alcántara, en 1678 y 1677, respectivamente. Eran hijos de Antonio Donoso y Pérez de las Heras y de Ana Benítez y nietos paternos de Juan Donoso Cortés y de María Pérez de las Heras.
Probaron su limpieza de sangre para ingresar como religiosos en la Orden de Calatrava: Juan Antonio Donoso y Alarcón, natural de Villanueva de la Serena (hijo de Juan Vaquero y de María Donoso; nieto paterno de Domingo Vaquero y de Juana Valderrama y nieto materno de Juan Antonio de Alarcón y de María Adame), en 1683, y Fernando Donoso Cortés, natural de Campanario (hijo de Juan Donoso Cortés y Rodríguez Cabanillas y de Isabel de Paredes Donoso y Murillo; nieto paterno de Bartolomé Donoso y de Catalina Rodríguez Cabanillas y biznieto paterno de Fernando Donoso Cortés y de María de Murillo), en 1743.
Probaron su nobleza ante la Real Chancillería de Granada: Antón Donoso, vecino de Campanario, en 1683; Juan Donoso, vecino de Quintana, en 1643; Rodrigo Donoso, vecino de Quintana, en 1633; José Donoso de Mendoza, vecino de Montijo (Badajoz), en 1764; Hernando y Fabián Donoso, vecinos de Villanueva de la Serena, en 1538, y Juan Donoso de Valdivia, vecino de Campanario, en 1683.
Armas
Los de Extremadura y Chile traen: En campo de oro, un árbol copudo de sinople y dos osos de su color, acollarados de azur y atados al tronco con una cuerda de este color.
Así se describen en el expediente de pruebas de nobleza del Caballero de la Orden de Alcántara Bartolomé Donoso Gallego, citado en anteriores líneas.
La casa de la Montaña de Santander ostentó: En campo de gules, una banda de oro engolada en cabezas de dragones de sinople y acompañada en lo alto de un lobo de sable lampasado y armado de gules.
La casa de la Montaña de Santander ostentó: En campo de gules, una banda de oro engolada en cabezas de dragones de sinople y acompañada en lo alto de un lobo de sable lampasado y armado de gules, y en lo bajo un lobo, de sable.
Los radicados en Extremadura y Aragón, establecidos en la ciudad de Los Reyes (Perú) en el siglo XVII y posteriormente a Quito (Ecuador), según Vicente de Cadenas, usan: En campo de oro, una banda de gules, engolada en dragantes de sinople, acompañada de dos lobos pasantes, de sable.
Otros: En campo de sinople, una empalizada de oro y saliendo de ella, varios guerreros, de plata, con espadas en la mano.