Foces
Sobre una escarpada peña de las inmediaciones de Ibieca, de la provincia de Huesca, hubo en la antigüedad un castillo roquero, fortificación de las más importantes de la época romana, por su posición estratégica para defender el camino de Huesca a Alquézar. Este castillo se llamaba de Foces.
En tiempos de la Reconquista dicha fortaleza fue tomada a los moros y dada en honor a un caballero aragonés, que tomó el nombre de Foces y por armas las que luego describiremos. Este caballero construyó alrededor del castillo varias casas para sus servidores y esto dio origen al pueblo de Foces, del que aún se conservan algunos restos.
¿Qué caballero era ese que poseyó primero el señorío de Foces? Hay un documento muy interesante en el que consta la donación hecha por el Rey Don Sancho Ramírez a García Fortuñones, del señorío de Panzano, lugar muy inmediato a Foces, y conocemos el escudo de armas de los primeros Señores de Panzano. En él, juntamente con los castillos, aparecen, como sobrepuestas, las hoces de los Foces. Opinamos, pues, que García Fortuñones, que fue tronco del linaje de los Azlor, lo es también de los Foces, o por lo menos algún hijo suyo, pues pocos años después de haber florecido el citado caballero, la historia nos habla ya de otro caballero del linaje, llamado Ortiz de Foces, que se encontró entre los nobles que prestaron juramento de fidelidad, en Sariñena (Huesca), al testamento que hizo en dicha villa el Rey aragonés Don Alonso el Batallador.
Ramón de Foces figura entre los caballeros que el Rey Don Ramiro mandó matar cuando la trágica Campana de Huesca, y fue sepultado en el templo de la Orden de San Juan de Jerusalén, en la citada capital.
Artal de Foces, acompañó al Rey Don Pedro II de Aragón, en la batalla de las Navas de Tolosa, y estuvo en Roma para entregar al Pontífice Inocencio III los regalos de los Reyes de Aragón. Dicho Papa le encargó trajese a España un trozo del "Lignum Crucis" que se conservó en la capilla del castillo de Foces y que más tarde pasó al convento fundado por su hijo Eximino. Hoy se venera en la iglesia del pueblo de Liesa.
Artal de Foces fue de los primeros repobladores de Segorbe (Castellón) en 1248-1249. Miguel Foces, de Huesca, fue vecino de Villarreal de los Infantes (Castellón) en 1415.
En Navarra tuvo casa solar en la villa de Valtierra, de la Merindad de Tudela, su dueño Yenigo de Fozes, Hidalgo, documentada en la Fogueración navarra de 1350.
De la rama de Foces, establecida en Albaida, fue Ramiro de Foces, Ricohombre de Aragón, que militó a las órdenes del Rey Don Fernando III y fue Señor del castillo de Albaida (Valencia). Cuando en la ortografía castellana se introdujo la h por la f, llamándose hoz lo que antes se pronunciaba foz, estos caballeros de Albaida comenzaron a llamarse Hoces, en lugar de Foces. Pedro de Hoces fue Embajador del Rey de España en la Corte de Inglaterra.
Mosén Jaime Febrer dice que Arnaldo de Foces, Ricohombre de Aragón y de la sangre real de aquella corona, pasó a la conquista de Valencia y que se portó valerosamente cuando Zaén hizo el esfuerzo de sacar al Rey del castillo del Puig, que había tomado. Pidió después licencia para descansar y se retiró, premiado, a Zaragoza.
Armas
Las primitivas del linaje debieron ser: En campo de oro, tres hoces de podar, de azur, bien ordenadas.
Los de Aragón, según el Conde de Doña Marina, traen: En campo de gules, tres podaderas de plata, puestas en triángulo.
En la parroquia de Santa María, de Fitero (Navarra), consta en una caja de madera policromada, las siguientes armas: En campo de oro, tres hoces de podar de gules.
Arnaldo de Foces, el ricohombre aragonés que pasó a Valencia y que cita Mosén Jaime Febrer, ostentaba: En campo de azur, cinco hoces, de plata, puestas en sotuer.
Los Condes y Duques de Hornachuelos acrecentaron este escudo con una bordura de azur, con ocho sotueres de oro.
Frey Alonso Gómez de Foces, Caballero de Calatrava, muerto por Pero Esteban Carpenteiro, que usurpó el Maestrazgo de Calatrava, traía: En campo de plata, las cinco hoces de sable, puestas en sotuer.
Los Señores de Ballerías o Venta de Ballerías, traían: En campo de gules, las cinco (otros tres) hoces de podar, de plata, con los cabos, de oro, puestas en sotuer.
Los de Panzano: En campo de oro, tres hoces de azur, acompañadas de ocho castillos de azur, puestos tres, tres y dos.
