Jovellanos
Este ilustre apellido asturiano se formó en el último tercio del siglo XVII, por el casamiento de una señora del linaje de Jove, Lucía de Jove Estrada y de las Alas, fallecida en 1659 (hija Fabián de Jove Estrada y de María de las Alas Jove Ramírez, nacida en 1571 y fallecida en 1621), con un caballero del apellido Llanos: Francisco de Llanos Jove, fallecido en 1652 (hijo de Francisco de Llanos Tejera y de María de Jove Bernardo Estrada).
Los hijos del citado enlace comenzaron a llamarse Jovellanos (Francisco de Jove Llanos, bautizado en Gijón el 30 de Enero de 1634 y fallecido en 1691), y posteriormente, sus descendientes se apellidaron ya Jovellanos.
Gregorio de Jove Llanos y Ramírez de Jove, nacido en Gijón en 1656, Capitán, Alférez Mayor de Gijón en 1692 y 1699, Regidor perpetuo del Ayuntamiento de Gijón, y Juez en 1690.
Francisco Gregorio de Jovellanos y de Carreño, bautizado en Valdesoto el 25 de Octubre de 1706, Mayorazgo de la Casa de Jovellanos, Alférez Mayor de Gijón y su Concejo, Regidor Perpetuo en su Ayuntamiento, Juez Noble en 1731 y 1736 y Procurador General en 1747.
Francisco de Paula de Jovellanos y Ramírez de Jove, nacido en Gijón el 16 de Febrero de 1743, heredero del Mayorazgo de la Casa de Jovellanos. Fue Guardia Marina desde 1760, Alférez Mayor de la villa y Concejo de Gijón, Regidor de su Ayuntamiento, Capitán de Fragata en 1778, Alférez y Oficial de la Real Armada. Estuvo en Veracruz y en La Habana. En 1773 le concedieron el Hábito de Caballero de la Orden de Santiago, y la Encomienda de Aguilarejo.
Baltasar Melchor Gaspar María de Jovellanos y Ramírez de Jove, nacido en Gijón el 5 de Enero de 1744. Hizo sus primeros estudios en Gijón y en Oviedo, Filosofía. En el año 1757 se le confirió la primera tonsura, para el beneficio de San Bartolomé de Nava. Se trasladó a Ávila para estudiar Leyes y Cánones en su Universidad. Era protegido de su pariente el Obispo Romualdo Velarde y Cienfuegos. Pasó a las Universidades de Osma y Alcalá de Henares, siendo Colegial Mayor de San Ildefonso desde el 10 de Mayo de 1764. En 1766 pretendió hacer oposiciones a una plaza de Canónigo Doctoral en Tuy. Al pasar por Madrid, sus primos los Marqueses de Casa Tremañes y Campomanes, procuraron renunciara a este proyecto y se dedicara a la judicatura, por el bien al estado de la nación; su tío el Duque de Losada, le consiguió una plaza de Alcalde del Crimen de la Real Audiencia de Sevilla; en 1744 asciende a Oidor de esta Real Audiencia. Además de cumplir sus muchas obligaciones escribe la tragedia "Pelayo" y la célebre comedia "El delincuente honrado"; poemas. Abordando varias obras sociales. En el año 1778 es nombrado Alcalde de Casa y Corte de Madrid. Por encargo de Sociedad Patriótica de la capital, de la que era miembro, escribe su conocido "Informe sobre la ley agraria", y más tarde "Memoria sobre las diversiones públicas" por orden del Consejo de Castilla. Por Real Decreto de 25 de Abril de 1780 se le nombra Consejero de las Ordenes Militares, siendo después de aprobadas las de Caballero de Alcántara. Es nombrado Académico de las de la Historia, de la Lengua y de las Bellas Artes de San Fernando. Estaba en Salamanca, donde trabajaba un "plan de estudios para el Imperial Colegio de Calatraba", que es una ley de bases para la enseñanza en el país. Resentido con el ambiente de la Corte, salió para el Principado, encargado de informar sobre el carbón de piedra, visitando minas, posibles puertos, carretera de Asturias a León. Fundó el R. Instituto de la Industria y Navegación que se inauguró, el 6 de Enero de 1794, para estudios matemáticos, Geología, Navegación, Francés e Inglés, Geografía, Literatura, etc. Una institución académica que se adelantaba a su tiempo. En Octubre de 1797, su sobrino Baltasar de Cienfuegos y Jovellanos, le trajo la noticia de que había sido nombrado Embajador en Rusia. El Príncipe de la Paz, le nombró Ministro de Gracia y Justicia el 13 de Noviembre de 1797. Noticia que tomó con pesar y angustia, por conocer muy bien las intrigas palaciegas, las injusticias y envidias que existían en Madrid. Los informes de Jovellanos y Saavedra al Rey denunciaban la situación en que se hallaba España, su lealtad dejaba al descubierto los fallos de Godoy; el 15 de Agosto de 1798 Jovellanos es exonerado del Ministerio. Destituido Gaspar, fue nombrado Consejero de Estado, y se le ordenó que pasase al Principado de Asturias y a su casa de Gijón. En 1801 fue sorprendido en su casa y llevado al destierro a la isla de Mallorca, primero en la Cartuja de Valdemosa y luego en el Castillo de Bellver, sin proceso ni acusación alguna. En este destierro y arresto estuvo hasta el mes de Marzo de 1808. Elevó varias peticiones de Justicia al Rey, sin recibir noticia alguna, y seguía siendo Consejero de Estado. Desde Inglaterra se intentaron varias gestiones para su libertad. Un desembarco del Almirante Nelson fue desestimado por la posibilidad de peligro personal. Escribió tratados sobre monumentos históricos de Palma de Mallorca, Arte, Botánica, etc., con espíritu de ilustrado que siempre demostró. Durante los primeros meses de la invasión francesa el Mariscal Murat ordenó su presencia, a lo que se negó, alegando falta de salud. El Rey Don José, lo nombró Ministro del Interior, a lo que también se negó. Sí aceptó el nombramiento de la Junta General del Principado de Asturias, como representante en la Junta Central, junto con su amigo el Marqués de Camposagrado. Al cesar la Junta Central, volvió Jovellanos desde Cádiz para Gijón. Llegó a su villa natal el 6 de Agosto de 1811, recibido por todo el pueblo, autoridades militares y civiles. Su casa había sido saqueada por los franceses y también el Instituto Asturiano. En el mes de Noviembre el anuncio del avance de tropas francesas sobre Gijón, hace que Jovellanos se embarque precipitadamente, con mal tiempo en el mar, la tormenta los arroja al Puerto de Vega (Navia-Asturias), en donde muere el día 27. Su fallecimiento fue debido a una pulmonía. Sus últimas palabras fueron "... nación sin cabeza". Le sucedió en el mayorazgo su sobrino.
Armas
Escudo cuartelado en sotuer: 1º y 4º, de sinople, con tres barras de oro, y 2º y 3º, de plata, con la palabra "Ave" a la diestra y "María" a la siniestra, en letras de sable. O sea las mismas del apellido Jove.
Otros: Escudo partido: 1º, un árbol a cuyo pie pasa un perro, y 2º, escudo cuartelado en sotuer: primero y cuarto, tres bandas, y segundo y tercero, en letras de sable "Ave" en el segundo cuartel, y "María" en el tercero. Brochante sobre el todo, en abismo, un escusón con un águila rampante.
En el expediente del Caballero de la Orden de Alcántara Baltasar Melchor Gaspar María de Jovellanos y Ramírez de Jove constan: "En cuatro cuarteles: las de Jove en jefe con tres bandas verdes y tres rojas perfiladas de oro, en campo de oro y divididas en dos espacios encontrados sobre una línea que parte el escudo diagonalmente en cuyos claros se registra el Ave María. Las de Llanos sobre plata, un brazo armado con una bandera roja en la mano y en ella una cruz de oro de cuatro ángulos iguales, una flor de lis dorada en la punta de la lanza, una llave al frente y tres bustos con turbante debajo del brazo".