Lezama
Dicen algunos autores, explicando el origen de este apellido, que un caballero de Olaguti pobló en la anteiglesia de Lezama, de la Merindad de Uribe (Vizcaya), y construyó la iglesia de Santa María.
De ese caballero procedió Pedro Roys de Lezama, que edificó la Torre de Lezama y casó con Elvira (hija de Diego Pérez de Muñatones), de la cual tuvo cinco hijos, apellidados todos Lezama.
El primogénito, Pedro de Lezama, no tuvo hijos varones, y sí una hija que heredó el solar y contrajo matrimonio con Ordoño de Zamudio, del que tuvo a Juan de Lezama Zamudio.
Sin embargo, no fue éste el pariente mayor del linaje, sino Fernando de Lezama, cuarto hijo de Pedro Roys de Lezama y de Elvira Muñatones, porque a la muerte de Pedro de Lezama, el primogénito, habían precedido las de Diego y Rodrigo de Lezama, hijos segundo y tercero de Pedro Roys de Lezama. Fernando de Lezama, elegido entonces pariente mayor por los individuos que componían la familia, recibió la iglesia de Santa María de Lezama, construida, como hemos dicho, por el fundador del linaje, y edificó junto a ella un solar nuevo, pues el de la familia pertenecía a su sobrina. Casó con una señora de la familia de Susunaga y tuvo de ella a Iñigo, Fortuño y Diego de Lezama, además de muchos hijos bastardos.
No dejaron descendencia los hijos legítimos, por lo que una hija ilegítima de Iñigo de Lezama, el primogénito, heredó el nuevo solar y celebró su enlace con Ordoño de Zamudio, hijo del otro Ordoño de Zamudio, ya citado, el cual fue nombrado pariente mayor del linaje.
Otra casa solar radicó en la villa de Lezama (cuyo nombre tomó), de la Hermandad de Ayala. También tuvo casas solares en la villa de Amurrio; en la villa de Subijana, de la Hermandad de Morillas; en el lugar de Caicedo de Yuso, de la Hermandad de la Ribera, y en la ciudad de Vitoria (todo en Álava).
En Vizcaya tuvo casas solares en la villa de Durango, sus dueños Juan Ochoa de Lezama y Martín de Lezama; en la villa de Bermeo, su dueño Juan de Lezama; en la villa de Plencia, sus dueños Martín de Lezama y Pero de Lezama; en la villa de Larrabezúa, su dueño Rodrigo de Lezama; y en la villa de Bilbao, sus dueños Fernando Lezama, Juan Saes de Lezama, Martín Saes de Lezama e Ynnigo de Lezama, documentadas en la Fogueración vizcaína de 1511; en la villa de Portugalete, su dueña Ynez de Lezama; y en la ciudad de Orduña, sus dueños Juan de Lezama y Pedro de Lezama, documentadas en la Fogueración vizcaína de 1514; en las anteiglesias de Alonsótegui y Sondica, de la Merindad de Uribe; en el concejo de Güeñes, del valle de Salcedo; en la villa de Marquina; y en el concejo de San Julián de Musquiz, del valle de Somorrostro, citadas en el siglo XVI.
En Guipúzcoa radicaron sus casas solares en la villa de Oñate y en la ciudad de San Sebastián, citadas en el siglo XVI.
Armas
Los de la anteiglesia de Lezama (Álava); los de la anteiglesia de Lezama (Vizcaya), y los de la villa de Subijana, de la Hermandad de Morillas (Álava), usan: Escudo cortado: 1º, en campo de plata, dos lobos pasantes, de gules, uno sobre otro, y 2º, en campo de plata, dos calderas de sable, fajadas de oro, puestas en palo. Bordura general de gules con ocho sotueres de oro.
En un escudo existente en la casa de la señora viuda de Arberas, en Bilbao, y que se dice procedente de la torre de Mariaca, se ven las anteriores armas.
Dichas armas traen los de Navarra y Aragón.
Algunos suprimen la bordura.
Julio de Atienza señala que los Lezama (Álava) traen los lobos de sable.
La casa solar infanzona de Lezama (Vizcaya), y sus ramas radicadas en la villa de Bilbao, y los de la ciudad de Orduña (Vizcaya), según Estanislao J. de Labayru, traen: En campo de sinople, dos flores de lis, de oro, puestas en palo.
Dichas armas constan en la Torre de Lezama, del barrio de la Torre, de la anteiglesia de Lezama (Vizcaya).
En la capilla de Santa Teresa, de la iglesia de los Santos Juanes, de Bilbao, constan en una piedra armera: En campo de azur, dos flores de lis de oro, puestas en palo.
Constan esas armas como propias de la casa solar infanzona de Lezama, en la anteiglesia de Lezama (Vizcaya), según testimonio de los testigos que reconocieron la misma para el ingreso del Caballero de la Orden de Santiago Juan de Bilbao la Vieja y Lezama, natural de la villa de Bilbao y descendiente directo de esta casa solariega.
En un expediente leemos que también en el panteón que dicha casa tenía dentro de la iglesia de Santa María de Lezama, en el lado derecho del altar mayor, tenían: En campo de oro, tres flores de lis de sinople.
En las casas de Lezama-Leguizamón y Ampuero, de la calle Gran Vía, números 58 y 60, de Bilbao, constan en una piedra armera: Dos flores de lis, puestas en faja.
En la casa de Llano, del barrio de Poveña, del concejo de San Julián de Musques (Vizcaya), constan las anteriores armas en una piedra armera.
Los de Vizcaya, según el Cronista Juan de Mendoza, traen: En campo de gules, tres flores de lis de oro. Bordura de gules, con ocho aspas de oro. Por timbre, un brazo armado con estandarte en la mano, y en él tres flores de lis de oro, por haber vencido a un capitán francés.
Los de Bilbao y Orduña, según Estanislao J. de Labayru, traen: En campo de oro, un árbol frutado con dos lobos de sable, andantes al pie.
Los Lezama con casa solar en la Merindad de Arratia (Vizcaya) y su rama en Chile, según Estanislao J. de Labayru: En campo de oro, un árbol de sinople, con un lobo de sable al pie. Bordura de gules, con ocho panelas de plata.
Antonio de Barahona señala que las armas más antiguas eran: En campo de oro, un pino de sinople, con un jabalí de sable andante.
Otros de Vizcaya, según la recopilación que hizo de las casas de Vizcaya el Cronista y Rey de Armas Francisco Gómez de Arévalo y Villafufre: En campo de oro, un árbol de sinople, terrasado de lo mismo, y a cada lado un lobo de sable, empinado.
Otro, según el Cronista Francisco Gómez de Arévalo, traen: En campo de oro, un árbol de sinople, y a cada lado un lobo de sable empinado al tronco.
En el expediente de pruebas de nobleza del caballero Antonio de Odiaga y Lezama se adjuntan los escudos miniados a todo color de sus cuatro apellidos, correspondiendo a los Lezama: En campo de oro, un árbol de sinople, terrasado de los mismo y dos lobos de sable andantes, atravesados al tronco. Bordura de gules, con ocho aspas de oro.
El "Libro Nobiliario", de Gerónimo de Villa, Rey de Armas de Don Felipe IV, recoge: "Lirios de oro, puestos en banda, sobre bleu. Orla de gules, con ocho sotueres de oro. Por timbre un brazo armado con bandera en la mano, añadiendo y por estas dejaron las antiguas que eran: Sobre oro, un pino..."
Otros, de Subijana de Morillas, según Juan Carlos de Guerra, usan: Escudo partido: 1º, dos lobos pasantes, uno sobre otro, y 2º, dos calderas, también una sobre otra.
La casa de Amurrio trae: Escudo partido: 1º, en campo de azur, dos flores de lis de plata, puestas en palo, y 2º, en campo de oro, dos lobos andantes de gules, uno sobre otro, acompañados, en punta, de dos calderas de sable, una sobre otra. Bordura general, de gules, con ocho sotueres de oro.
Divisa: "Grandes cunt aucta labore", puesta en letras de plata, sobre un volante de azur.
Los de Aragón usan: En campo de gules, dos palos de armiños. Bordura de sinople con ocho armiños.
Otros, según el Cronista Francisco Gómez de Arévalo, traen: Escudo cuartelado: 1º y 4º, en campo de oro, un águila de sable, rampante y volante con sus alas extendidas; 2º y 3º, en campo de azur, una bocina de plata.
Los radicados en Burgos, según Vicente de Cadenas, usan: En campo de sinople, una testa, de oro, al natural, rodeada de doce estrellas, de oro.
Otros: En oro, una encina, de sinople, arrancada y atravesada de una espada, de plata.
Algunos Lesama: En campo de oro, un águila de sable, coronada de lo mismo y linguada de gules.
En la casa de Lezama-Leguizamón, de la calle Gran Vía, número 58-60, de la villa de Bilbao, en una piedra armera constan: Cuatro fajas acompañadas en jefe de dos flores de lis, puestas en faja.
Otros: En campo de azur, sembrado de flores de lis de oro (once, puestas de cuatro en cuatro y tres).