Mariño, Mariños
Linaje de origen gallego. Las fantasías de antiguos genealogistas al hablarnos de los Mariño no prueban otra cosa que la antigüedad manifiesta de esta familia. La casa solar principal coinciden los tratadistas en afirmar que fue la de la isla de Sálvora, sita en la boca de la amplia ría de Arosa, de lo que se hace eco el P. Gerónimo Pardo, en el famoso capítulo dedicado a estudiar los origenes de la Nobleza gallega.
Los Mariño y Mariño de Lobeira levantaron otras casas secundarias, como la de Pontevedra, llamada de la Sierra, en la Plaza del Teucro; la de San Cristóbal de Briallos, del Ayuntamiento de Portas; la que, según Jerónimo del Hoyo, que por el año de 1608 visitó la diócesis de Santiago, se hallaba "junto a la Marola", y me figuró sería la que en Mudargos se conoce con el nombre de "Casa del Ratón", en la que campean hermosas labras de los Mariño; la de San Roque, de la feligresía de Darbo, en la península de Morrazo, conocida bajo la denominación de "Casa da Granxa"; la de la villa de Redondela, donde habían enlazado con los Aballe, y en la cual, por 1774, vivía Lorenzo Mariño de Lobera, como consta en la información de nobleza verificada a pedimento de Manuel Pereyra y sus hermanos, de la inmediata Casa de Reboreda; la de Riaxo, donde subsisten muy hermosas piedras armeras que demuestran su entronque con los Torrado, abundantes en aquella villa marinera y en sus contornos; la de Budiño, en cuya jurisdicción levantaron casa en la feligresía de San Payo de Sabugueira; la de San Martiño de Vilelos, del Ayuntamiento de Saviñao, desde la que pasaron a San Esteban de Lousadela, del Ayuntamiento de Sarria; la de San Clemenzo de Sisán, llamada Casa de la Pedreira, y la principal de todas, que fue la de la Sierra de Outes.
Mariño y Mariño de Lobeira vivieron en Bayona, Camos y Nigrán; en San Martín de Sobrán; en la ciudad de Túy; en varios lugares del Ayuntamiento de Ponteareas, y en la villa de Cambados.
La unión de los Mariño con los Lobeira dio origen a los Mariño de Lobeira, llamados también de Lobera y de Lovera. Tres casas principales poseyeron: la fortaleza y casa de La Sierra, sita en la feligresía de Santa María de Outes; la llamada Pazo de Cotón, en la villa de Negreira, y la de la ciudad de Pontevedra.
Es indudable que, de las tres casas referidas, la más importante del linaje, fue sin duda, la pontevedresa. De ella salió aquel Payo Mariño, compañero de victorias de Payo Gómez Charino, el almirante poeta de la conquista de Sevilla. José Millán, en su obra "Notas Históricas sobre Varones Ilustres de Pontevedra", se detuvo a historiar las dos grandes figuras pontevedresas de Pedro Mariño de Lobera, guerrero y escritor, y la de Bartolomé Mariño de Lobeira, que después de realizar na campaña brillantísima en los campos de Flandes, vino a fallecer el 23 de Octubre de 1658 frente a sus tierras gallegas, ante el fortín portugués de San Francisco de Monçao.
Fray Felipe de la Gándara, en su obra "Armas y Triunfos de Galicia", dice: "Cuenta la Historia del Rey Don Fernando, y otras, el caso que sucedió en este tiempo, de la competencia que intentó cierto caballero de Galicia, con Garci Pérez de Vargas, sobre las divisas que traían muy parecidas (o unas mismas), que eran olas de mar blancas y cárdenas, y quiso desafiar a Garci Pérez. Asentamos por cierto que este caballero de Galicia era de los Mariños, no de los Mariñas, ní Villamarines, que son distintos; y usan armas diversas de las ondas de que usan los Marinos, cuya casa y solar está en el Arzobispado de Santiago, junto a la Isla de Salvara (que es de los Señores de ella), y se llaman Goianes, la cual posee al presente, juntamente con la de Guindemil (solar de los Varela) don Juan Varela Mariño de Sotomayor".
Pedro Lezcano acude a la leyenda, y dice que un caballero que naufragó frente a las costas de Galicia, y logró salvarse, casó con una señora de la región y tuvo varios hijos, a quienes comenzaron a llamar los Marinos.
Desde las alturas de la "Pena Lobeira", en las inmediaciones de Villagarcía de Arosa (Pontevedra), los Lobeira, más tarde Mariño de Lobeira, adquirieron gran preponderancia en tierras de Noya y Muros, en todo el riquísimo valle de Salnés y en la ciudad de Pontevedra. En esta histórica ciudad eran patronos de los Conventos de San Francisco y Santa Clara, en cuyos templos y capillas mayores nos hablan de este linaje los escudos que aún subsisten con las armas de sus apellidos, embrazadas por la mitológica sirena. Los señores de la Sierra de Outes ejercían el cargo señorial de cabos de las Milicias y gente de guerra de los distritos de Noya y Muros; su jurisdicción civil y criminal se extendía hasta Fragas, Chorente, etc., y solamente la jurisdicción de Lobeira comprendía las tierras extendidas desde Carril hasta La Lanzada, así como desde Caldas de Reis hasta Vilanova de Arosa. Ello nos explica el número importante de parroquias de presentación de esta casa, que todavía conservan sus sucesores, así como el que existan tantas iglesias blasonadas con sus armas en dichas zonas. Otras extensas fajas de terrenos marítimos, como la que va de Lourizán hasta Marín, pasaron de los Mariño de Lobeira a la Casa de Castelar por idéntico motivo, y por la misma razón conservan la presentación de la única parroquia intermedia, San Andrés de Lourizán. De los Soga de Lobeira era el castillo de Vimianzo, que Ruy de Lobeira pasó en venta al Arzobispo compostelano Juan García Manrique, el cual pagó las grandes sumas que Ruy Soga debía al Rey Don Alfonso XI. El mismo señor feudal dominaba la villa de Noya desde su castillo del Tapal, habiendo sido sustituido su poderío por el de los Deza, o Churruchao, que también alzaron en aquella villa una espléndida mansión, y de los cuales tantos restos heráldicos conserva la misma localidad marinera.
Los Mariño, y después Mariño de Lobeira, heredaron el poder que en aquella zona gallega habían ejercido por tanto tiempo los grandes señores feudales llamados Bermúdez de Traba.
En las provincias de La Coruña y Lugo existen lugares denominados Mariño, que quizás tengan relación con este linaje.
En la ciudad de Pontevedra aparecen desde muy remotos tiempos, pues ya López Ferreiro nos habla de aquel Gonzalo Yáñez Mariño, padre de Juan Mariño, a quien, en 1362, el Arzobispo de Santiago, Suero Gómez, estando en Pontevedra, le hizo merced, por el tiempo que fuese de su voluntad, de las feligresías de Santa María de Carracedo y San Félix de Estacas, cerca de la villa de Caldas de Reis.
José Antonio Mariño Pereyra, natural de Bayona (Pontevedra), Prior de San Juan de Ribadavia, fue religioso de la Orden de San Juan de Jerusalén, en la que ingresó en 1719.
Francisco Manuel Mariño y Conde, vecino de Miranda de Riera, obtuvo Real Provisión de hidalguía ante la Sala de los Hijosdalgo de la Real Chancillería de Valladolid el 24 de Diciembre de 1718. Era hijo de Manuel Mariño y de Ana María Conde; nieto paterno de Francisco Mariño; biznieto paterno de Pedro Mariño y tercer nieto paterno de Pedro Mariño.
Manuel Mariño y Fernández Candano, vecino de Miranda de Riera, obtuvo Real Provisión de hidalguía ante la Sala de los Hijosdalgo de la Real Chancillería de Valladolid el 24 de Diciembre de 1718. Era hijo de Pedro Mariño y de Luisa Fernández Candano; nieto paterno del citado Francisco Mariño y biznieto paterno del citado Pedro Mariño.
Miguel Mariño y Prieto, vecino de Miranda de Riera, obtuvo Real Provisión de hidalguía ante la Sala de los Hijosdalgo de la Real Chancillería de Valladolid el 24 de Diciembre de 1718. Era hijo de Francisco Mariño y de María Prieto; nieto paterno del citado Francisco Mariño y biznieto paterno del citado Pedro Mariño.
Toribio Mariño y Rodríguez y su hijo Basilio Mariño, vecinos de Miranda de Riera, obtuvieron Real Provisión de hidalguía ante la Sala de los Hijosdalgo de la Real Chancillería de Valladolid el 24 de Diciembre de 1718. Toribio era hijo de Toribio Mariño y de María Rodríguez; nieto paterno de Pedro Mariño y biznieto paterno de Pedro Mariño.
Diego y Manuel Mariño de Goyanes Taboada Varela Ulloa y Sotomayor, vecinos del coto de San Julián de Caborrecelle, probaron su hidalguía ante la Sala de los Hijosdalgo de la Real Chancillería de Valladolid en 1795. Eran hijos de Benito Mariño Sotomayor y de Francisca de Yebra Montenegro; nietos paternos de Alvaro Mariño de Goyanes y Sotomayor; biznietos paternos de Antonio Mariño de Goyanes y Sotomayor; terceros nietos paternos de Juan Mariño de Goyanes Taboada y Mosqueta y cuartos nietos paternos de Juan Mariño.
Armas
Los de Galicia, pasados a Portugal, establecidos en Trujillo, Plasencia y Cáceres, según Vicente de Cadenas, usan: En campo de plata, tres fajas ondeadas de azur.
Dichas armas constan en unas piedras armeras en el Museo de Pontevedra y en la calle Naranjo, en la Plaza de Méndez Núñez, número 1; en la Plaza del Treuco, números 1 y 16; en la calle Manuel Quiroga, número 22; en la calle Real, número 20; y en la calle César Boente, número 6, de la ciudad de Pontevedra.
Las citadas armas constan en el expediente del citado Caballero de la Orden de Santiago Manuel Antonio Mariño y González.
En el citado Museo de Pontevedra constan también en una piedra armera: En campo de plata, dos fajas ondeadas de azur.
En la calle del barón, número 4, de la ciudad de Pontevedra, constan en una piedra armera: En campo de plata, tres fajas de azur sumadas de una venera.
Otros, también de Galicia: En campo de plata, fajas ondeadas de azur, y en cada uno de los huecos, dos flores de lis del mismo color.
Otros de Galicia: En campo de plata, tres fajas ondeadas, de azur, y cuatro flores de lis de azur entre las ondas.
Hita dice que Marcos Mariño, que se halló en la Conquista de Andalucía, usaba: En campo de oro, tres fajas ondeadas de azur.
Juan Ibañes Mariño, gallego, Conquistador de Sevilla, según Gonzalo Argote de Molina, traen: En campo de plata, cuatro ondas marinas de azur.
Los radicados en Barcelona, según Vicente de Cadenas, usan: En campo de gules, cuatro peces, de plata, puestos en palo.
Los Mariño de Portugal: En campo de sinople, cinco medias flores de lis, de plata, puestas en sotuer.
Otros Mariño de Portugal: En campo de azur, cinco medias flores de lis, de plata, puestas en sotuer.
Los originarios de La Coruña, radicados en San Pablo de Potosí (Bolivia), según Vicente de Cadenas, traen: En campo de gules, dos herraduras, de oro, puestas en palo.
Los de Andalucía, según Vicente de Cadenas, usan: En campo gules, dos bezantes, de oro, puestos en faja.
Los de Granada, según Vicente de Cadenas, traen: En campo de azur, un sol, radiante, de oro.
En la Casa de San Román, de la calle del Puente, de la ciudad de Pontevedra, constaban en una piedra armera las siguientes armas para los Mariño de Goyanes: En campo de plata, tres flores de lis de azur.
En Caldas de Reyes (Pontevedra) se encontraban las siguientes armas para los Mariño de Lobeira en un escudo de piedra: En campo de sinople, dos lobos pasantes de oro, colocados en palo. En el cantón diestro del jefe una estrella de ocho puntas, de oro. En punta ondas de plata y azur.
En la calle de San Justo, número 36, de Salamanca, constan en una piedra armera las armas de Mariño: En campo de gules, un león rampante de oro teniendo en sus manos un escudete con ondas de azur y plata.
En la capilla de la Casa del Aplazodoiro, de la feligresía de San Simón de Nante, del Ayuntamiento de Lage (La Coruña), constan las armas de Mariño de Lobeira: Dos lobos pasantes, sobre ondas mal trazadas.
Otros de Galicia: En campo de plata, tres ondas de azur, en punta, y surgiendo de ellas una sirena, con un trozo de su cola en cada mano. Bordura jaquelada de oro y sable, en dos órdenes.
