Nanclares
Muy antiguo y noble linaje alavés de parientes mayores, originario de una de las dos villas de Nanclares de Gamboa y Nanclares de Oca, que hay en la provincia de Álava. Juan Baños de Velasco y Jorge de Montemayor así lo confirman al manifestar que los de este apellido son de la villa del mismo nombre, en Álava.
También dice Jorge de Montemayor que la primitiva casa de Nanclares la fundó Juan de Nanclares, que sirvió a Don Pelayo. A tiempos muy remotos alcanza este dato para admitirlo sin las reservas naturales. Pero lo que sí está comprobado con testimonios de indudable autoridad, es que en mediados del siglo XIII era ya de notoria nobleza la casa alavesa de Nanclares de parientes mayores, figurando sus Señores en importantes acontecimientos de aquel tiempo.
Al quebrase las paces que se habían hecho entre el Rey Don Teobaldo, de Navarra, y el Rey Don Alfonso el Sabio, de Castilla, se inclinó en favor del primero el Rey Don Jaime II, de Aragón, partiendo para Estella (Navarra), a donde también llegaron el Infante Don Enrique, hijo del Rey Don Fernando III el Santo, y don Lope Díaz de Haro, Señor de Vizcaya, confederándose todos contra Don Alfonso X el Sabio. En esta liga entraron también los parientes mayores de la provincia de Álava, a los que nombra Garibay, figurando entre ellos Iñigo Ximénez de Nanclares.
Jerónimo de Nanclares murió en la guerra de Granada; Enrique de Nanclares sirvió al Rey Don Juan I de Castilla, y Felipe de Nanclares a Don Carlos V, en Fuenterrabía, ganando en aquella acción la flor de lis de su escudo. También se hallaron los Nanclares en la. toma de Baeza, según testimonio de Jorge de Montemayor.
Líneas del solar alavés de Nanclares pasaron a establecerse en Guipúzcoa. En 1461 eran vecinos de Salinas de Léniz (Guipúzcoa), Sancho López de Nanclares, Fiel, y Pero Sánchez de Nanclares.
También pasaron a Cantabria, fundando nueva casa cerca de Castro Urdiales, y a Castilla. Una línea moró en el lugar de La Serna (Palencia), y por alianza matrimonial cambió el apellido Nanclares en Salas, como se verá en la información del apellido "Salas". Otras líneas se extendieron por diversos puntos de España y América.
En Álava tuvo casas solares en el lugar de Ariñez, de la Hermandad del mismo nombre; en los lugares de Durana y Mendívil, de la Hermandad de Arrazua; en el lugar de Marieta, de la Hermandad de Gamboa; en los lugares de Landa y Ullívarri Gamboa, de la Hermandad de Ubarrundia; en los lugares de Arriaga y Lubiano, de la Hermandad de Vitoria, y en la ciudad de Vitoria, documentadas en el siglo XVI.
En Burgos tuvo casas solares en La Puebla de Arganzón y en Pangua, del condado de Treviño, y en Miranda de Ebro, citadas en el siglo XVI.
Armas
Las del solar de Álava: En campo de gules, una banda de oro engolada en cabezas de dragones del mismo metal, lampasadas de gules, y acompañada, en el jefe, de una estrella de oro, y en la punta de una flor de lis, también de oro. Bordura de azur, separada del campo por un filete de oro y con ocho sotueres de este metal.
La flor de lis, la ganó en la acción de Fuenterrabía, Felipe de Nanclares, sirviendo al Emperador Don Carlos V.
Algunos tratadistas dicen, equivocadamente, que las cabezas son de sinople y de serpiente.
En Álava usó una rama de Nanclares estas otras armas: En campo de gules, un león rampante de oro. Bordura de plata con doce cruces de Calatrava de gules.
También trajeron ese escudo con el león sin cabeza y poniendo en la bordura diez cruces de Calatrava en vez de doce.
Los Nanclares de la casa próxima a Castro Urdiales usan: En campo de azur, un losanje de plata, cuyas puntas tocan las líneas del escudo, cargado de dos lobos andantes, de sable, uno sobre otro, y cantonado de cuatro flores de lis de oro.
Juan Francisco de Hita asigna también al apellido Nanclares este escudo: "Partido en palo; en la primera, el campo de gules con una cruz de oro vana floreteada y en lo alto de ella, a cada parte; una flor de lis también de oro; el segundo de plata y en él un bastón muy ondeado de gules".
Zazo certificó a Luis Antonio Foronda Lupidana Garibay y Nanclares, Caballero de Santiago, como propio de su último apellido, el siguiente escudo: En campo de oro, un árbol de sinople, y un lobo de sable pasante al pie de tronco, con un cordero blanco en la boca.
Estas armas, excepto el color del campo, son las mismas del apellido Naja. No es aventurado pensar que Zazo se equivocó.
En la Casa del Mayorazgo de Foronda, en la calle Herrería, junto a San Pedro por el Norte, de la ciudad de Vitoria, desaparecía, constaba el siguiente escudo de armas: Un árbol y al pie un lobo andante con cordero en la boca.
Otros: Escudo cuartelado: 1º y 4º, en campo de plata, un jabalí de sable, y 2º y 3º, en campo de azur, un castillo, de oro.
Los apellidados Nanclares de Alba usan: En campo de gules, un león rampante, de oro, con la cabeza cortada.