Ocaña
Es originario este apellido de la villa de Ocaña (cuyo nombre tomó), en la provincia de Toledo. Sus ramas se extendieron por ambas Castillas y Levante, llevando también el apellido a otras regiones.
Los Ocaña que hicieron su asiento en Murcia fueron tenidos siempre por buenos hijosdalgo, y así consta en un padrón de cobranza de moneda forera del año 1548, en el que Bartolomé de Ocaña aparece declarado hijodalgo. También comprueba la hidalguía de estos Ocaña murcianos, una sentencia en contradictorio juicio, dada por el Licenciado Ortiz, el Alcalde Mayor don Nuño del Aguila y el Corregidor de la ciudad de Murcia, a favor de Bartolomé de Ocaña, hijo del anterior.
Fue un pleito con muchos testigos, en el que ese último Bartolomé de Ocaña, litigante, probó ser hijo del anterior Bartolomé de Ocaña, nieto de Ginés de Ocaña y bisnieto de Pedro de Ocaña, y que todos ellos habían gozado siempre de los privilegios, prerrogativas y exenciones correspondientes a los hijosdalgo. La citada sentencia fue dada el 11 de Diciembre de 1554, en virtud de un privilegio del Rey don Enrique III que la ciudad de Murcia tenía para que las sentencias pronunciadas en dicha ciudad en pleitos de hidalguía valiesen como si fueran dadas en la Corte de sus Majestad.
Hermano del citado litigante fue Luis de Ocaña, que así como tuvo edad y tiempo cumplido para casarse, pasó a la ciudad de Orihuela, donde contrajo matrimonio con doña Beatriz Garró, naciendo de este enlace el Doctor Francisco de Ocaña, Abogado fiscal y patrimonial por Su Majestad de la ciudad de Orihuela y su gobernación.
El Maestro Fray Ginés de Ocaña, de la Orden de San Agustín y Visitador General de ella en Aragón, y el Doctor Luis de Ocaña, Asesor de Bayle General de Orihuela y su partido.
Este Doctor Luis de Ocaña sostuvo pleito de hidalguía en Orihuela con el Procurador fiscal de S. M. y Síndico de la ciudad, ante el Gobernador de la misma y don Alvaro Vique, probando ser hijodalgo notorio y haberlo sido su padre y abuelo y demás ascendientes, y obteniendo sentencia a su favor, dada y publicada en Orihuela el 8 de Agosto de 1600. El Fiscal de S. M. Apeló a la Real Audiencia de Valencia, que confirmó la sentencia, y aunque fue suplicado el litigante para comparecer de nuevo ante Su Majestad y su Supremo Consejo de Aragón, se dio por ventilada la causa, quedando confirmadas las dos sentencias anteriores y concedida la ejecutoria de hidalguía al Doctor Luis de Ocaña, por otra sentencia real publicada el 21 de Octubre de 1608.
Pero como no era suficiente en el reino de Valencia ser hijdalgo notorio y ejecutoriado para ser tenido por Caballero del Brazo Militar, y para gozar de las prerrogativas de tal Caballero, el repetido Doctor obtuvo privilegio del Rey don Felipe III para ser armado Caballero con las ceremonias acostumbradas por don Juan Ferrer de Calatayud, Caballero de la Orden de Montesa y Clavero Mayor de la misma, en el Convento de San Gregorio, de Franciscanos descalzos, extramuros de la ciudad de Orihuela, el 24 de Julio de 1612.
A propósito de esto dice Francisco Cascales que no piense nadie que el ser armado Caballero con privilegio real carecía de la calidad de que estaban reputados los Caballeros de Castilla, porque el reino de Valencia no admitían nobleza de sangre, por antigua que fuera, sin título y privilegio real, en virtud de ser estimado esto allí como regalía de S. M., ni en aquel reino se podía titular Caballero el hijodalgo que no poseyese privilegio o sentencia real, como tampoco el Caballero que había alcanzado ese privilegio y esa sentencia del Rey podían titularse noble sin haber obtenido para ello privilegio de S. M., costumbre ésta, completamente diferente de la de Castilla.
Volviendo al Doctor Luis de Ocaña, añadiremos que también fue Familiar del Santo Oficio de la Inquisición en la ciudad de Murcia, pro familiatura dada en Murcia el 4 de Julio de 1601. Casó con doña Isabel Girona, de al que tuvo estos hijos: Felipe, Ana María y Clara de Ocaña Girona.
Armas
Algunas ramas de este linaje, entre ellas las de Murcia y Orihuela, usaron: En campo de azur, una banda, de gules, acompañada en lo alto, de un castillo, de plata, y en lo bajo, de un ansar del mismo metal. Bordura de oro, con cuatro cañas de sinople, dos en cada costado.
Otras trajeron: De gules, con un león rampante, de oro, que tiene en la mano diestra una espada de plata. Bordura de oro con cuatro flores de lis de azur y cuatro sotueres de gules alternando.
Los Ocaña de Toledo, Madrid y sus líneas, tienen: En campo de azur, un castillo o torre de oro puesta sobre una peña blanca o de plata.
Parece ser que estas armas son las primitivas y puras del linaje. Constan en el expediente de pruebas de nobleza del Caballero de la Orden de Alcántara Gaspar José de Ocaña y Alarcón, citado en anteriores líneas.
Los de Navarra traen escudo de quince jaqueles de oro y gules en abismo, una esmeralda de sinople.
Otros traen: En campo de gules, un escusón, de plata, con una lanza, de sable.
Otros traen: En campo de oro, una cruz floreteada, de gules, acompañada de cuatro flores de lis, de azur: bordura de gules, con ocho aspas, de oro.
Otros: En oro, un árbol, de sinople y a su lado, un jabalí, de sable, al que dos perros cogen por las orejas.