Prado
Sobre el origen de este apellido, varios autores nos dicen, escueta y ambiguamente, que procede de un Rey de León. Otros amplían la noticia afirmando que el aludido Monarca fue don Fruela II. Otros tienen por más cierto que el progenitor de la familia Prado no era Rey, sino Infante de aquella monarquía. Y otros acogen la leyenda de que por haber seducido ese Infante a una doncella, a la que encontró en un prado, decidieron apellidarse Prado sus descendientes.
Datos algo más concretos y de mayor autoridad por el prestigio de los historiadores que los recogieron en sus obras, nos descubren que el Rey don Fruela II tuvo fuera de matrimonio dos hijos, llamados Aznar Fruela y Nuño Fruela, y que de este último procede por varonía la familia Prado. Así lo expresan Rodrigo Méndez Silva, en su "Catálogo Real"; el Obispo de Orense, Pedro Seguino, en su "Historia", y el Marqués de Montebelo en sus notas al "Nobiliario" del Conde don Pedro de Barcelós.
Pero lo remoto de los tiempos en que vivió el Infante leonés don Nuño Fruela nos oculta los nombres de sus descendientes, y han de pasar más de dos siglos hasta llegar a Martín Díaz Prado, primero de este apellido que aparece en antiguos documentos y Crónicas, y que floreció en el reinado del Rey de Castillo Don Alfonso VII "el Emperador". ¿Era, en realidad, Martín Díaz Prado descendiente por línea de varón del Infante don Nuño Fruela? No hay más noticias que las ya apuntadas para llenar esa interrogación. Ninguna otra aporta los autores que tienen por progenitor de este linaje a don Nuño, pero sin comprobarlo con las sucesivas filiaciones de sus sucesores. Ni lo esclarecen los instrumentos en los que perdura la memoria de Martín Díaz Prado, ya que en ninguno de ellos se hace mención de su ascendencia real, como veremos más adelante.
Es obligado, por tanto, acoger con reservas testimonios que, aun avalados por la autoridad de notables historiadores, dejan sin llenar una laguna genealógica de dos siglos. Y también es prudente prescindir de leyendas que ninguna garantía ofrecen.
Lo históricamente comprobado aconseja poner por tronco principal de la familia Prado al caballero Martín Díaz de Prado, que floreció en los tiempos de Don Alfonso VII "el Emperador", renunciando a descubrir su ascendencia por la absoluta carencia de datos que faciliten ese estudio. Así lo hacemos, refiriendo a continuación la genealogía conocida de sus descendientes directos, y sin cerrar la puerta a la posibilidad de que otras familias del mismo apellido no procedan de igual tronco, según cabe deducir de lo que más adelante se dirá.
En Galicia tuvo casas solares en Santa Cruz de Retorta, a tres leguas de Lugo; en Villamayor de Ulloa y en San Juan de Friol, que durante un tiempo fue de los Condes de Maceda; más el pazo de Penachá.
En Navarra tuvo casas solares en la villa de Arellano, de la Merindad de Estella, sus dueños Johan Loperiz del Prado y Pero Sánchiz del Prado, documentadas en 1330; en el lugar de Salinas de Monreal, del valle de Ibargoiti y Merindad de Sangüesa, su dueño Lope del Prado; en el lugar de Luquín, del valle de Santesteban y Merindad de Estella, su dueño Pero García del Prado, citadas en la Fogueración navarra de 1366; y en el valle de Baztán, de la Merindad de Pamplona.
En Aragón radicaron sus casas solares en Santa Liestra, su dueño Johan de lo Prado; en Eresué, su dueño Bernat del Prado; y en La Mora (todo en Huesca), su dueño Bringuer de Prado; en Ferreruela de Huerva (Teruel), su dueño Pero el Prado; en la ciudad de Zaragoza, sus dueños Diego del Prado, Johan del Prado y Johan del Prado; en Tarazona, su dueño Val de Prado; y en Torrijo de la Cañada (Zaragoza), su dueño Pascual Prado, documentadas en la Fogueración aragonesa de 1495.
En Cataluña radicaron sus casas solares en Manresa (Barcelona), su dueño Pere Prado; y en Ciutat (Lérida), sus dueños Antoni Prado y Marti Prado, citadas en la Fogueración catalana de 1553.
En Castilla y León tuvo casas solares en Laguna de Duero, Valladolid y Santervás de Campos (Valladolid), y en Castilla La Mancha en Villapalacios (Albacete), documentadas en el siglo XVI.
En el País Vasco tuvo casa solar en la villa de Bilbao, su dueño Martín de Prado, citada en la Fogueración de Bilbao en 1470.
En Cantabria radicó una casa solar en el valle de Guriezo, documentada del siglo XV.
En las provincias de Almería, La Coruña, Lugo, Murcia, Orense, Pontevedra y Zamora y en las regiones de Asturias y Cantabria existen lugares denominados Prado o El Prado, que quizás tengan relación con este linaje.
Armas
Las de la casa asturiano-leonesa descendiente de Martín Díaz de Prado: En campo de oro, un león rampante de sable.
Dichas armas traen los de Berceo y San Millán de la Cogolla (La Rioja), pasados a Chile en el siglo XVI, según Vicente de Cadenas.
Son varios los heraldistas que afirman que ese león es "gritado", en lo que sin duda hay error, porque "gritado" es un término propio del blasón que solo se aplica al animal que está cogido o apresado entre lazos o redes, y esta forma no corresponde al león de ese escudo.
Algunas ramas dimanadas de dicha casa modificaron los esmaltes poniendo: En campo de sinople, un león rampante de sable, perfilado de oro y coronado del mismo metal.
Otras pintaron el campo de plata y el león de sable, salpicado de oro y coronado de este metal.
Escriben algunos tratadistas que en León y Castilla usaron también los Prado estas armas: Escudo partido: 1º, en campo de oro, un león rampante de sable, y 2º, en campo de plata, un pino de sinople y junto a su tronco una doncella.
Este segundo cuartel recuerda la leyenda a que hemos aludido en los comienzos de este trabajo y parece ser que luego lo suprimieron.
Los Prado de las casas de Galicia usaron los dos primeros blasones que quedan descritos y dibujados, excepto los del lugar y pazo de Buin, pues en los expedientes de pruebas de los Caballeros de la Orden de Alcántara, Roque y Baltasar de Prado y Ulloa, se dice que sus armas eran: En campo de plata, un árbol de sinople y un león de sable empinado a su tronco.
Los de Galicia, según Oxea-Cadaval, usan: En campo de sinople, un león rampante, de sable, y sobre prado de sinople con flores de gules.
Los de Galicia, según Oxea-Cadaval, usan: En campo de sinople, un león rampante, de sable coronado, y sobre prado de sinople con flores de gules.
Otros de Galicia: En campo de oro, un león, de sable, empinante al tronco de un pino de sinople y una hoz al pie. El P. Crespo observó que en un escudo de los Prado, existentes en la casa número 73 de la Ruanova de Lugo, no está la hoz.
Molina añade al escudo descrito una doncella.
Otros de Galicia: En campo de sinople, un castillo de plata con flores de gules.
En la lápida sepulcral del Canónigo santiagués Manuel Fernando Prado y Ulloa, fallecido en 1758, el escudo de Prado (árbol y león empinante) se organiza con las armas de los Ulloa y de los Araújo.
La casa solariega del lugar de Meruelo y la del valle de Soba (Cantabria), ostentaban: La primera: En campo de sinople, el león rampante de sable, perfilado y coronado de oro, y bordura lisa de gules.
La segunda: "Un león grande en pie y no parece que el dicho escudo tenga más cuartel ni orla". Así se dice en los expedientes de los Caballeros de la Orden de Alcántara, Pedro y José Toribio Sáinz de Prado y sin duda se trata del mismo blasón de la casa del lugar de Meruelo sin la bordura.
En el barrio de La Cistierna, del concejo de San Juan y valle de Soba, constan en una piedra armera: En campo de plata, un león de sable, linguado y gritado de oro.
Los de La Rioja y su rama de Chile traían el escudo primeramente descrito, o sea: En campo de oro, el león rampante de sable.
Este blasón y también el que ofrece la variante de ser el campo de sinople y el león rampante de sable perfilado de oro y coronado de este metal, son los que más generalmente usaron las familias Prado no solo en Asturias, Galicia, León, Castilla, Santander y La Rioja, sino también en Andalucía y Extremadura.
Los de Cataluña, según Francisco de Alós de Fontcuberta, usan: En campo de plata, un león rampante de sable, membrado y armado de gules, corona de oro.
Otros de Cataluña, según Francisco de Alós de Fontcuberta, traen: En campo de oro, un león de sable, rampante, membrado y armado de gules. Bordura de lo mismo (gules), cargada de trece bezantes de oro.
Los de León, según Francisco Fernández de Béthencourt, usan: En campo de sinople, un león de sable coronado de oro, lampasado de gules, fajado de oro. Bordura de plata cargada en letras de sable del lema: "Et si oportuerit me mori tecum non te negabo".
En el lugar de Prio, del valle de Val de San Vicente (Cantabria), constan en una piedra armera: En campo de oro, un león de sable gritado de oro.
Los del lugar de Herada, del valle de Soba (Cantabria), traen: Escudo partido: 1º, un castillo con una espada grande encima, al perecer en campo de azur; orla con seis eses grandes y seis estrellas pequeñas, y 2º, un árbol que parece un roble grande o cagiga con bellotas.
En el expediente del Guardia Marina Vicente Rato y de Iturburua, nacido en Cartagena en 1758, de 1773, constan las siguientes armas para los Prado, originarios del valle de Baztán (Navarra): Escudo jaquelado de plata y sable.
Otros: En campo de gules, una torre de plata, de la que pende una granada del mismo metal. Saliendo de los costados de la torre, dos brazos de plata. Bordura de azur con seis calderas de oro.
Otros: En campo de oro, dos peces grandes puestos en palo y con escamas de gules. Bordura de plata con este lema en letras de sable: "Amo la verdura del prado".
Otros: En campo de plata, una garra de león, de gules.
Otros: En campo de gules, cinco torres, de plata, puestas en aspa.
En el expediente del caballero de la Orden de Alcántara de y Ulloa, natural de Buin, constan: Un león de sable subiendo a un árbol.
En el barrio del Mazo, del lugar de Meruelo, de la Junta de Siete Villas y de la Merindad de Trasmiera (Cantabria), constan en una piedra armera: Un león, contornado y coronado, linguado y rampante.