Soto, Souto
No creemos que todas las familias que llevan este apellido procedan de un mismo primitivo solar y tronco, a pesar de que así lo entienden algunos tratadistas.
Los informes que en obras impresas y manuscritas encontramos sobre el origen de los Soto y de sus más antiguos solares, son breves, imprecisos y desligados. Están recogidos confusa y desordenadamente, dándose con frecuencia el caso de aparecer mencionados como descendientes de una determinada casa, los que también se citan como oriundos de otra, sin la menor aclaración que pudiera contribuir a esclarecer tan evidente anomalía. Y en lo que respecta al común o distinto origen de esas casas, a las comarcas, villas o lugares en que radicaron y a los escudos de armas que traían, son igualmente confusos y opuestos los datos que nos brindan. Todo ello, reunido, dificulta el estudio de este apellido, haciéndolo propicio a inevitables desaciertos que procuraremos salvar en lo que esté a nuestro alcance.
Viejos solares de Soto y Souto hubo en Galicia, Asturias, Castilla y León, Castilla La Mancha, Aragón, Cantabria, Navarra, País Vasco y Comunidad de Madrid.
En Andalucía, Aragón, Asturias, Cantabria, Castilla y León, Galicia y Navarra abundan los pueblos y lugares denominados Soto y Souto, de los que, sin duda, proceden y tomaron su nombre distintas familias de este apellido por haber tenido en ellos su arranque y casa solariega, pero sin relación de sangre ni parentesco entre algunas, según lo evidencian las noticias que continuaremos aportando.
En Navarra radicaron sus casas solares en la villa de Mendavia, de la Merindad de Estella, sus dueños Martín de Soto y Bertolomeo, hermano de Martín de Soto, documentadas en la Fogueración navarra de 1330; en la ciudad de Viana, de la Merindad de Estella, sus dueños Elvira Soto y Johan de Soto; y en Perezuelas, su dueño Johan de Soto, citadas en la Fogueración navarra de 1350.
En Aragón tuvo casas solares en Gea de Albarracín (Teruel), su dueño Rodrigo de Soto; en Moros (Zaragoza), su dueño Miguel de Soto; y en la ciudad de Zaragoza, sus dueños Johan de Soto y Jorge de Soto, documentadas en la Fogueración aragonesa de 1495.
En el País Vasco radicaron sus casas solares en el lugar de Bachicabo, de la Hermandad de Valdegovía; en la villa de Elvillar, de la Hermandad de Laguardia, y en la villa de Santa Cruz de Campezo (Alava); en las ciudades de Fuenterrabía y San Sebastián (Guipúzcoa); en la villa de Bilbao y en la ciudad de Orduña (Vizcaya), citadas en el siglo XVI.
Entre los Caballeros Hijosdalgo llamados por los Reyes Católicos Don Fernando y Doña Isabel en 1494 en su Corte fueron: Rodrigo de Soto, de Murcia; y Juan de Soto, de Toro (Zamora).
Probaron su nobleza para ingresar como Caballeros en la Orden de Santiago: Manuel de la Soto y del Río, natural de Nava del Rey (Valladolid), en 1807; Pedro de Soto y Cervantes, natural de Garciaz (Cáceres), en 1630; Juan Manuel de Soto y Fernández, natural de Talavera, en 1696; Juan Antonio y Pedro de Soto y García Urrechua, naturales de Valladolid, en 1689; Hernando Soto y Gutiérrez Cardeñosa, natural de Jerez, Adelantado, en 1538; Juan Dionisio de Soto y Liendo, natural de Sevilla, en 1694; Alonso de Soto y López, natural de Madrid, en 1693; Pedro de Soto y López, natural de Madrid, Capitán de Infantería española, en 1693; Fernando de Soto y López de Berrio, natural de Madrid, en 1633; Francisco Antonio de Soto y Portillo, natural de Cádiz, en 1676; y Pedro Soto y de Urrechua, natural de Viguera (La Rioja), Regidor perpetuo de Valladolid, en 1681.
Fueron Caballeros en la Orden de Calatrava: Juan de Soto, en 1558; Luis de Soto Garibay y Villavicencio, natural de Cádiz, en 1650; y Antonio Soto Calderón Vergara, natural de Sahagún (León), en 1676.
Fueron Caballeros de la Orden de Alcántara: Juan Tomás Soto Temporal Vaca y Canencia, natural de Madrid, en 1694; Fernando de Soto y Vaca de Herrera Berrio y Soria, natural de Madrid, en 1652; y Juan Francisco de Soto y Vaca de Herrera Berrio y Soria, natural de Madrid, en 1677.
Fueron Caballeros de la Orden de San Juan de Jerusalén: Pedro de Soto Carvajal de León y López de Moreta, vecino de Toro (hijo de Juan de Soto y de Sabino Carvajal y nieto paterno de Pedro de Soto y Martina de León), en 1538; Juan Soto, vecino de Toro, en 1555; Pedro Soto, vecino de Zamora, en 1556; Pedro Soto, vecino de Zamora, en 1571; Diego de Soto, en 1523; Pedro de Soto, en 1538; Juan de Soto, en 1553; Pedro de Soto, en 1562; Pedro de Soto y Villaseca, en 1565; Juan de Soto, en 1572; Fernando de Soto y Deza, en 1576; Miguel Antonio de Soto y Baca, en 1684; y Fernando de Soto, en 1729.
Armas
Sucede con varios escudos de armas de este apellido algo parecido de lo que acontece con algunos de los descendientes de sus diversos y más antiguos solares. O sea: que mientras algunos autores se los atribuyen a determinada casa y familia, no faltan los que se los aplican a otras de distinto origen. Para salvar en lo posible tan opuestos informes, nos atenemos a recoger las armas del apellido Soto que figuran en ejecutorias, expedientes de pruebas, piedras armeras y también en obras manuscritas e impresas que ofrecen garantía de veracidad, aunque en estas suele omitirse el solar o familia a que pertenecen o se hace ambiguamente.
Las más generalmente aceptadas como correspondientes al solar de Asturias: En campo de azur, un águila de oro coronada, y bordura de oro con ocho candados de sable abiertos.
Estas mismas figuran con muy leves diferencias en la ejecutoria de nobleza de Hernando de Soto Lizarazu, vecino de Cogolludo (Guadalajara) y Contador de la Real Casa de Castilla, dada por la Real Chancillería de Valladolid en pergamino y miniada, el 18 de Diciembre de 1620.
Los de Cangas de Onís (Asturias) usan: En campo de azur, un águila de sable exployada. Bordura de gules con ocho candados abiertos, de sable.
Así las vemos en la casa de los Alvarez de las Asturias, en Corao, y en el Palacio de Labra, ambos en Corao, del concejo de Cangas de Onís.
En la casa de los Soto, en La Riera, de Corao, del concejo de Cangas de Onís, suprimen la bordura; y los candados, que son cerrados, y en número de siete, van como orla, alrededor del águila.
También van como orla, los ocho candados, de la casa de los Soto en Corao-Castillo, de Corao, del concejo de Cangas de Onís.
Y en la misma forma, pero en número de seis, en la casa "de Tejuca", en Santoveña, del concejo de Amieva (Asturias).
Los de Castilla usan: En campo de azur, un águila de oro ensangrentada. Bordura de oro con ocho candados abiertos.
Las que Mosén Jaime Febrer afirma que traía Alonso de Soto, que desde Galicia pasó a servir a Don Jaime de Aragón en la conquista de Valencia, son las siguientes: En campo de oro, una arboleda frondosa o bosque, de sinople.
Estas mismas usó la familia Soto radicada en Xàtiva (Valencia), pero acrecentadas con un segundo cuartel en escudo cortado: 1º, en campo de azur, la arboleda frondosa de sinople puesta en una terrasa o soto del mismo color, y 2º, fajado en ondas de plata y azur, tres de cada esmalte. Así constan en el privilegio de nobleza que esa familia obtuvo el 20 de Junio de 1694.
Las de los Soto valencianos originarios del solar de la ciudad de Soria, aumentadas con las que el Emperador Don Carlos V concedió a Juan Fernández de Soto al armarle Caballero en el año 1531, son las que siguen, según las transcribe Martín de Viciana de la Real Carta de Concesión: "En la cabeza del escudo campo de oro, un ciervo que huye de un perro que le sigue, y entre los dos un árbol, y en lo baxo del escudo tres faxas, en los dos extremos bosque de sinople, en la median olas de plata y azul, que de hoy hagáis las mismas armas y que de nuevo por nuestra concesión, en el tercero del Escudo pongáis y llevéis el águila del Imperio de sable, y por timbre un yelmo, que salgan dos alas de Aguila de sable tendidas en alto en cada una, en cada una un colibe ignedeo, que en nuestro español llamamos Eslabón, y entre las dos alas un Sol con rayos de claridad".
Muy confusa es esta descripción, pero prescindiendo de los adornos exteriores que en ella se mencionan, parece que se trata de un escudo, terciado en palo o terciado en faja y organizado así: 1º, en campo de oro, un ciervo que huye de un perro, ambos animales de su color natural, y entre los dos un árbol de sinople, todo puesto en una terrasa con un bosque de sinople en cada uno de sus extremos; 2º, ondas de agua de azur y plata, y 3º, el águila imperial de sable que Don Carlos V concedió al caballero Juan Fernández de Soto. Los esmaltes se omiten, y como los términos en que está redactada la descripción no esclarecen las particiones del escudo y la posición de las piezas que contiene, prescindimos de hacer otras aclaraciones, que, como las que anteceden, no respondemos que sean acertadas.
En el expediente de pruebas de nobleza del Caballero de Calatrava, Alonso Soto y Estrada, natural de Reinosa (Cantabria), se dice que la casa de Soto en esta villa ostentaba un escudo partido: 1º, un águila, medio cortado con un pino, y 2º, tres bandas, y que en la capilla propiedad de la misma familia en el Convento de San Francisco, se veían iguales armas.
En otro expediente de pruebas consta que el blasón de la casa de Soto en el lugar de Vioño (Cantabria) era: "Aguila exployada y coronada, orla que tiene tres sierpes, dos en cada flanco y una en punta; en los ángulos superiores de la orla una estrella de cinco puntas, y después de las sierpes de los flancos, empezando por el derecho, el lema: "S. D. Dº de Soto".
En la misma casa había otros dos escudos. Uno cuartelado: 1º, un león rampante; 2º, un águila coronada; 3º, un árbol, y 4º, un castillo sobre rocas.
El otro escudo era cortado: 1º, un águila coronada y bordura con ocho sierpes, y 2º, un árbol, y atado a su tronco un perro o lobo.
El otro escudo era cortado: 1º, un águila coronada y bordura con ocho sierpes, y 2º, un árbol, y atado a su tronco un perro o lobo.
En el Palacio de Bustamante, del lugar de Renedo, del valle de Piélagos (Cantabria), constan en una piedra armera: Un águila explayada coronada.
En el barrio de Mazo, del lugar de Vioño, del valle de Piélagos, constan en una piedra armera: Un águila explayada y coronada y bordura cargada de diez ganchos o sierpes. Lleva una inscripción que dice "Ldo. Dº de Soto".
En el barrio de La Pedrosa, de Vioño, constan en una piedra armera: Un águila coronada y explayada, y bordura cargada de ocho candados abiertos.
En la capilla de San Vicente, de Vioño, constan en una piedra armera: Un águila coronada.
Algunos de este apellido, en Andalucía, trajeron: Escudo cuartelado: 1º, en campo de azur, un águila de sable perfilada de oro. En el jefe, dos flores de lis de oro, una a cada lado de la cabeza del águila, y en la punta tres copas del mismo metal; 2º, en campo de oro, tres candados de sable abiertos y puestos en triángulo; 3º, en campo de oro, dos candados abiertos de sable, y 4º, en campo de azur, un águila de su color, perfilada de oro, y dos copas de oro en la punta.
Dichas armas fueron certificadas por José de Rújula y Escobal, Cronista y Rey de Armas del Rey Don Alfonso XIII, a Manuel Soto y Rico, nacido en San Miguel (El Salvador) el 14 de Mayo de 1863, Cónsul en España en Zurich (Suiza), el 6 de Febrero de 1899; y a Arturo Soto y Rico, nacido en San Miguel el 1 de Abril de 1868, el 6 de Junio de 1899.
Otros, en Andalucía usaron: Escudo cuartelado por una cruz llana de azur: 1º, en campo de gules, una torre de plata, de cuyo homenaje sale un brazo armado del mismo metal empuñando una espada desnuda; 2º, en campo de plata, un águila explayada (de dos cabezas) de sable; 3º, en campo de plata, un árbol de sinople y un lobo de sable atado con cadena al tronco, y 4º, en campo de gules, cinco candados de oro, puestos en sotuer. Bordura general de azur con cuatro flores de lis de oro, puestas una en cada ángulo, alternando con cuatro candados de plata.
En el expediente del citado Caballero de la Orden de Calatrava Pedro de Soto Cárdenas y Calmaestra, natural de Arjona (Jaén), constan: En campo de gules, un águila de sable. Bordura de gules con siete alcayatas.
Los originarios de Castilla, pasando una rama a Andalucía, radicado en Osuna (Sevilla), según Vicente de Cadenas, usan: En campo de oro, una faja, de gules, acompañada en lo alto de un creciente ranversado, de azur, a la diestra, y de un lobo pasante, de sable, a la siniestra, y en lo bajo, de un lobo pasante, de sable, a la diestra y de un creciente ranversado, de azur, a la siniestra, y en punta, una faja, de oro, enrejada, de gules.
Los originarios de Burgos, radicados en Santiago de Cuba, según Vicente de Cadenas, usan: En campo de plata, cinco fajas, de azur.
Los originarios de Briviesca (Burgos) y radicados en París (Francia), según Vicente de Cadenas, usan: En campo de azur, un águila, de oro. Bordura de oro con ocho candados, de sable, abiertos.
Los de León usan: En campo de oro, un toro de gules espinoso en banda. Así lo testimonia Ocáriz.
Los radicados en Pobladura (León) y extendidos a León y Oviedo, según Vicente de Cadenas, usan: En campo de plata, una encina, de sinople, arrancada, frutada de gules, y alzada a su tronco, una zorra, de oro.
Los de origen castellano, radicados en Cuzco (Perú), según Vicente de Cadenas, usan: En campo de oro, una panela, de gules, rodeada de dos ramos de laurel, de sinople.
Los radicados en Madrid, según Vicente de Cadenas, traen: Escudo partido: 1º, en campo de gules, una torre, de oro, almenada, aclarada de azur y mazonada de sable, y 2º, en campo de sinople, dos espadas, de plata, puestas en faja.
Francisco Antonio de Soto y Guzmán, Regidor perpetuo de la ciudad de Cádiz, primer Marqués de Torre de Soto, usaba: Escudo partido: 1º, en campo de azur, un águila de oro; bordura de oro, con ocho candados abiertos, de azur, y 2º, cuartelado en aspa: primero y cuarto, en campo de azur, una caldera jaquelada de oro y gules, con cuatro cabezas de sierpe en cada asa, y segundo y tercero, en campo de plata, cinco armiños, de sable, puestos en cruz; bordura jaquelada de plata, con un león rampante de gules, y de gules, con una torre de oro, aclarada de azur.
Los de Santa Eulalia del Campo (Teruel) usan: Escarcelado, con esmaltes a inquirir: 1º y 4º, un árbol terrasado; 2º, tres fajas, y 3º, cuatro fajas.
Los de Aragón traen: En campo de azur, un águila de oro y de gules a pedazos a la larga, con orla de oro y en ella unos candalillos de barjuleta abiertos.
Los de Galicia usan: En campo de plata, diez roeles de azur. Bordura de gules con ocho aspas de oro.
Los de Galicia y Canarias usan: En campo de azur, un águila exployada, palada de cuatro piezas de oro y gules. Bordura de gules con ocho candados abiertos, de sable.
Otros de Galicia: Una cara en el cantón diestro del jefe y otra en el siniestro; un árbol con un perro atado al tronco y cinco lanzones en fija al lado derecho del árbol.
En una lápida sepulcral de San Francisco de Pontevedra constan: Cinco flores de lis, una torre y un árbol. Se trataba de la sepultura de sus fundadores Juan de Soto, Regidor perpetuo, y de su mujer María Rodríguez Alemparte, la cual por 1608 estaba ya viuda. Testaron ambos esposos el 24 de Julio de 1596, ante Bartolomé García, en Pontevedra, y en su testamento afirman ser las armas de los Soto: "cinco flores y una torre y un árbol con una venera".
Los Souto gallegos, radicados en Lugo, según Vicente de Cadenas, traen: En campo de plata, un árbol, de sinople, arrancado, acompañado en la diestra de una venera, de azur.
Los Souto, originarios de Congosto, según Vicente de Cadenas, usan: En campo de gules, una banda, de oro, engolada en cabezas de dragantes, de sinople.
Los radicados en Cádiz, según Vicente de Cadenas, usan: En campo de gules, dos guerreros, de plata, con una pica en la diestra cada uno.
Varios heraldistas asignan también al apellido Soto, sin indicar su procedencia, este escudo cuartelado: 1º y 4º, de oro, lisos, y 2º y 3º, de azur, también lisos. Sobre el todo un águila, mitad de gules y mitad de oro.
Juan Félix de Rújula y Vaca, Cronista y Rey de Armas del Rey Don Alfonso XIII, certificó a Rafael María Soto y Hernández, nacido en Aguadilla (Puerto Rico) el 18 de Febrero de 1904, el 7 de Abril de 1969: En campo de azur, un águila, de oro. Bordura de oro con ocho candados, de azur, abiertos.
Los que pasaron al Nuevo de Reino de Granada usaban: En campo de oro, un toro sobre un prado de sinople. Bordura de gules, cargada de ocho haces de trigo.
Otros: En campo de sinople, sembrado de motas de plata.
En el expediente del Caballero de la Orden de Alcántara Blas Hipólito de Liñán y Soto, señala que en la parroquia de San Juan, de Ayllón (Segovia), constan en una piedra armera: "Tres barras atravesadas con jaqueles por la parte de arriba y la de abajo".
Otros Souto: En campo de plata, un pino arrancado, de sinople.
Los apellidados Soto-Gayoso, de Galicia, usan: Escudo partido: 1º, en campo de azur, tres bandas, cargada cada una de una trucha de plata, y 2º, en campo de plata, tres árboles, de sinople.
Otros apellidados Soto-Gayoso usan: Escudo partido: 1º, tres bandas, cargada cada una de una trucha, y 2º, en campo de plata, seis árboles, de sinople, puestos en dos palos y arrancados. (Ignoramos los esmaltes de la primera partición).