Tejerizo, Texada, Tegerizo, Taxada, Tajada, Tejada
En la información del apellido "Sáenz de Tejada", quedó referido cuanto se sabe de la antigüedad, origen y formación del linaje de Tejada y de su fraterno el de Valdeosera, y también todo lo referente a la comarca de La Rioja en que radicaron sus solares y a las trece famosas casas o divisas que de ellos se derivaron. A esa información remitimos al lector para evitar repeticiones innecesarias y poder dedicar las páginas que ahora llenarían a la exposición de nuevos e interesantes datos relativos a varias de las numerosas familias que llevaron, y llevan, el apellido Tejada.
Sólo repetiremos aquí, para mostrar el amplio desenvolvimiento del linaje desde sus principios, que de las trece famosas casas o "divisas", llamadas así al uso antiguo, y "diviseros" a los que de ellas procedían, quedaron muchos descendientes que con el transcurso de los años fueron aumentando y multiplicándose, pero conservando siempre el nexo familiar de su común origen, tronco y procedencia, y manteniendo la inalterable costumbre de acudir a inscribirse en el viejo solar como hijosdalgo, según el antiguo fuero, y de llamarse parientes fuera cual fuese la clase social a que pertenecieran y el grado más o menos cercano o remoto de ese parentesco. Vivas y firmes conservaron también, de una en otra generación, las gloriosas tradiciones que iban legándoles sus antepasados, así como sus privilegios y viejas ordenanzas. A mediados del siglo XV era ya muy crecido el número de nuevas casas de este apellido que habían sido fundadas no sólo en La Rioja, sino en otras regiones españolas; pero no obstante su común origen y procedencia mantenidos por la tradición, no sería posible determinar con instrumentos fehacientes el parentesco entre unas y otras, con anterioridad a dicho siglo, por falta absoluta de pruebas documentales.
Muchas de esas casas usaron el apellido Tejada sin anteponerle un patronímico, siendo también abundantes las que lo llevaron con la anteposición del patronímico en apellido compuesto, norma esta, que perdura en nuestros días, según lo evidencian las familias apellidadas Sáenz de Tejada, Díez de Tejada, González de Tejada, Martínez de Tejada, Fernández de Tejada, etc.
Dada la gran difusión que tuvo el apellido Tejada, ya antepuesto de un patronímico, ya sin él, sería muy difícil y larga tarea hacer mención, por escueta que fuese, de las familias que lo han llevado, y lo llevan, en forma simple o compuesta, desde lejanos tiempos, así como fijar su grado de parentesco (incluso entre las apellidadas con la anteposición del mismo patronímico) por las razones que en anteriores líneas quedan apuntadas.
Muchos fueron también los ilustres varones que dio este linaje. Entre, otros figuran: Juan Fernández de Tejada, Canciller Mayor de los Reyes Católicos; Buenaventura de Tejada, Arzobispo de Guadalajara, en México; Fray Juan de Tejada, Maestre de la Orden de San Juan de Jerusalén; Diego de Tejada, Obispo de Burgos.
Piferrer dice que en el Arzobispado de Sevilla hubo una antigua ciudad llamada Tejada que fue reconquistada a los moros, en 1252, por el Rey de Castilla Don Alfonso XI y que con el tiempo fue despoblándose hasta quedar desierta y arruinada, trasladándose sus habitantes a otras localidades y añade: "De esa antigua ciudad tomó su apellido un ilustre linaje de Tejada, que muy poca o ninguna relación de procedencia parece tener con los nobles Tejadas descendientes del solar de Valdeosera, en la Sierra de Cameros". Expresa, además, en una nota, su opinión particular de tener por muy posible, y aún por muy verosímil, que el guerrero Sancho Fernández, fundador de los solares fraternos de Tejada y Valdeosera, llevase el apellido Tejada por ser oriundo de aquella antigua ciudad. Pero ni la versión que Piferrer acoje sobre el origen andaluz del linaje de Tejada, ni su opinión favorable que le lleva a aceptada como muy verosímil y probable, merecen que las tengamos en cuenta. Si los datos que aporta son tan ciertos como el que fija en el año 1252 la reconquista de la repetida ciudad de Tejada por Don Alfonso XI; nada hay que añadir. Porque si las historias no mienten, no fue aquel Monarca proclamado Rey de Castilla hasta el 30 de Octubre de 1340, cuando sólo contaba un año de edad, o sea cerca de un siglo más tarde de la fecha en que, según Piferrer, llevó a cabo aquella reconquista.
Algunos autores hacen muy breve referencia a los Tejada que hicieron su asiento en la antigua Merindad de Trasmiera (Cantabria). Dicen que siguieron el bando de los Gil y les atribuyen el escudo de armas que luego describiremos. Afirman también que fueron tenidos siempre como notorios hijosdalgo.
Tuvo casas solares en Torralba de los Frailes (Zaragoza), su dueño Johan Texada; y en Abanto (Zaragoza), su dueño Joan Taxada, documentadas en la Fogueración aragonesa de 1495; en la villa de Valmaseda, su dueño Lope de la Tajada, citada en la Fogueración vizcaína de 1514; y en San Payo de Abelando, en tierras de Caldelas (Galicia).
En la provincia de Burgos existe un lugar denominado Tejada, que quizás tenga relación con este linaje.
Armas
El privilegio del Rey de Castilla Don Enrique IV, firmado en Valladolid el 10 de Septiembre de 1460, es el documento más antiguo que describe el blasón de los solar hermanos de Valdeosera y Tejada con sus particiones, piezas y esmaltes. En otras páginas de este trabajo queda dicho que ese documento se perdió o fue robado; pero como su texto se copia íntegro y textualmente en el posterior privilegio de reconocimiento de los Reyes Católicos, dado en la Vega de Granada el 8 de Julio de 1491, y el texto es lo que importa, no puede caber duda sobre su autenticidad. He aquí la organización de las armas de los solares de Valdeosera y Tejada conforme a la forma descrita en los mencionados privilegio reales:
Escudo cuartelado por una cruz paté de oro: 1º, en campo de sinople, dos castillos de piedra almenados y sumados de una bandera de plata cargada de una cruz llana de gules; 2º, en campo de azur, dos crecientes de plata adiestrados y rodeados de trece estrellas de oro de ocho puntas; 3º, en campo de plata, un león rampante de gules, coronado de oro, y 4º, cortado de plata y sinople, y sobre el todo, el tejo o roble al natural, con una rama desgajada y nudosa a la que está encadenado un oso de sable. Bordadura de oro con trece cruces de Santiago, de gules, alternando con trece veneras de azur o cargadas éstas de las cruces, que así también fueron pintadas.
Por timbre lleva este escudo una celada de oro, sumada de medio cuerpo de león del mismo metal, coronado, linguado y armado de gules, y por adornos exteriores trece banderas salientes de los flancos, cargada cada bandera de un creciente de plata ranversado. Y este lema, en una cinta, saliendo de las fauces del medio león: "Ecce beatificamus eos qui sustinuerunt".
A pesar de que en el privilegio de Don Enrique IV (reproducido en el de los Reyes Católicos) se dice que el Rey Don Ramiro I dio a su General Sancho Fernández, de Tejada, fundador de los solares fraternos de Valdeosera y Tejada, el referido escudo de armas "en el que están epilogados sus grandes fechos", es evidente que su antigüedad no puede remontarse al reinado del Monarca asturiano Don Ramiro I, puesto que en aquellos remotos tiempos aún no había comenzado el uso, no ya de los blasones familiares y menos con tan perfecta organización heráldica, sino incluso los de la realeza y casas feudales mucho más sencillos. Ese y otros con ligeras variantes que figuran en las piedras armeras de los descendientes de las famosas trece divisas, no creemos que sea anteriores al siglo XV. Los Barones de Benasque lo acrecientan poniendo sobre el todo un escusón de oro con tres fajas de azur, que es de Bardají, antiguos Señores de Benasque.
En algunos grabados y descripciones la cruz que cuartela el escudo es la llamada de la Victoria o de Pelayo, y son catorce y no trece las cruces y veneras de la bordura.
En algunos grabados y descripciones la cruz que cuartela el escudo es la de la Orden de San Juan, y son catorce y no trece las cruces y veneras de la bordura.
Las que algunos tratadistas atribuyen a los Tejada de la Merindad de Trasmiera, son éstas: Escudo cuartelado: 1º, en campo de oro, un león rampante de su color; 2º, en campo de oro, tres bandas de sable, que algunos llaman barras; 3º, en campo de sable, un castaño al natural y una loba de oro arrimada a su tronco, y, 4º, en campo de sable, un castillo de oro.
Los originarios de Cameros (La Rioja) y radicados en Logroño, Soria, Burgos, Cuba, México y Puerto Rico, según Vicente de Cadenas, usan: En campo de oro, un árbol, de sinople, con dos lobos, de sable, alzados a su tronco. Bordura de azur con trece estrellas, de plata.
Los radicados en Zaragoza, según Vicente de Cadenas, usan: En campo de gules, un águila, de sable, perfilada de oro.
Los de la ciudad llamada "Tejada", en el Arzobispado de Sevilla, usan: Escudo jaquelado de oro y gules.
Otros: Escudo losanjado de oro y gules.
Otros: En campo de sinople, un ánfora, de plata.
Otros: En campo de oro, cinco torres, de plata (sic), puestas en faja.
Algunos Tajada: En campo de plata, un árbol, de sinople, con dos lobos atravesados a su tronco, uno por delante y otro por detrás.
Otros Texada: En campo de sinople, cinco espigas de trigo, puestas en faja, de oro.
Algunos Tegerizo: En campo de oro, una faja escacada de azur y plata.
Los apellidados Tejada de las Heras usan: En campo de sinople, un hombre armado con una espada y una rodela, de sus colores.
Algunos Tejerizo: En campo de gules, cinco panelas, de oro, puestas en aspa.
Los de San Payo de Abelando, en tierras de Caldelas (Galicia), usan: En campo de oro, seis jaqueles de azur, en forma de media luna; tres a cada lado.
Los apellidados Tejada de la Torre traen: En gules, un grifo, de azur, fileteado de oro.