El Cronista y Rey de Armas Vicente de Cadenas y Vicent recoge este apellido poco frecuente y repartido por España, si bien se registra sobre todo en Cáceres, Cuenca, Murcia y Ciudad Real siendo notable su presencia en Guipúzcoa, Asturias y Vizcaya, siendo menor su registro en Valencia, Girona, Madrid y Albacete.

Según el filólogo Gutierre Tibón procede del apodo -templado-, “moderado, contenido y parco”, también “valiente con serenidad” y “de carácter recio”.

Francisco Arias Templado, vecino de la Feligresía de Santa María de Feixós (Lugo), probó su nobleza ante la Real Chancillería de Valladolid, en 1686.

En plata, tres palos, de gules, resaltados de un águila, de sable.