Urdaneta
Esta familia tuvo diferentes casas en la villa de Legorreta, del partido judicial de Tolosa, en las villas de Ordizia-Villafranca y Oñati (todo en Gipuzkoa-Guipúzcoa), en el Señorío de Bizkaia-Vizcaya. Pascual de Urdaneta fue de los Conquistadores de Chile y compañero de Pedro de Valdivia.
La antigüedad de este linaje se halla documentado en los siguientes caballeros Ximeno de Urdaneta, vecino de Oñati, en 1477, y Juan López de Urdaneta, vecino de Arrasate-Mondragón, en 1530.
Francisco de Urdaneta Barranetxea, natural de Ezcaray, probó su hidalguía para ingresar en la Orden de Calatrava, en 1643, y Martín de Urdaneta y Troconis, natural de Maracaibo (Venezuela) y originario de Ezcaray, en 1632, y Lucas de Urdaneta, vecino de la misma, en 1654.
En 1645 desembarca en un bajel español, en el puerto de Maracaibo, el Capitán D. Martín de Urdaneta Barrenechea y del Campo, fundador de la familia Urdaneta en Venezuela y de otras familias que fundaron sus raíces en América, bautizado en Izcaray, casó en Maracaibo en 1659 con Dña. María de la Vega Palacio. Estos esposos fueron bisabuelos de D. Rafael Urdaneta Faría, General en Jefe del Ejército Libertador de Venezuela, Presidente de la Gran Colombia, Diputado al Congreso de Angostura, Senador en el Congreso de la Gran Colombia y Venezuela, Diputado al Congreso Admirable y Secretario del Despacho de Guerra y Marina; murió en Paris el 23 de agosto de 1845 cuando se dirigía a Madrid a concluir las negociaciones con el tratado de reconocimiento de Paz y Amistad.
Los Urdaneta bajaron desde Maracaibo a Buenos Aires. Tuvieron un papel primordial y protagónico en la independencia y en la formación de América.
El Comandante Benito Urdaneta, que luchó en Perú, Ecuador, Colombia y Venezuela.
El General Francisco Urdaneta y Rivadavia, nacido en Montevideo, ilustre prócer de la independencia suramericana, quien entre 1760 y 1775 combatiera principalmente en los países bolivarianos.
Armas
La casa de Legorreta: Escudo cuartelado: 1º, y 4º, de oro, con un árbol de sinople y un jabalí de sable empinado al tronco, y 2º, y 3º, de azur, con un castillo de plata, surmontado de una estrella del mismo metal.
Los de Bizkaia-Vizcaya: En campo de oro, un árbol de sinople y un puerco espín de sable, pasante al pie del tronco; en cada lado del jefe, una panela de gules, superada de una caldera de sable.
Los de Euskalerria y su rama de Maracaibo: En plata, dos leones rampantes, de gules, puestos en faja. Bordura de oro, con ocho aspas, de gules.