Arras
Las arras se daban como presente a la mujer por el futuro esposo. A cambio, el prometido recibía públicamente un beso, de acuerdo con la ley del ósculo. Las arras no podían superar la décima parte de los bienes del prometido. La mujer podía disponer de ellas como quisiera.
Fuente: “Diccionario Histórico de la España del Siglo de Oro”, de Annie Molinié-Bertrand. Acento Editorial