Se atribuye a Alfonso XI (1312-1350) la creación, en 1330, de la orden caballeresca de la Banda, cuya insignia (en campo de gules una banda de oro con tragantes), de divisa personal del rey de Castilla, pasó a figurar en el escudo de varios linajes castellanos con variaciones en los esmaltes. Lo característico de esta banda es que sus extremos aparecen insertos en bocas de serpientes, que dan la sensación que se están tragando la pieza y por ello denominadas tragantes por los antiguos heraldistas. Modernamente esta modalidad recibe el nombre de banda engolada. Encontramos dos ejemplos de banda con tragantes en el escudo de Diego Curiel en el Libro de la cofradía de Santiago y en los de Tafalla de Obanos y Orendiáin en el Libro  de armería del reino de Navarra. La banda con tragotes, o engolada, es una pieza muy bella y exclusiva de la heráldica castellana.