Las alcabalas estaban sometidas a recaudación periódica: el encabezamiento general. El rey fijaba de acuerdo con las Cortes una suma global para un periodo determinado, que se repartía entre las diferentes circunscripciones fiscales del reino de Castilla. Las ciudades aceptan el precio total (repartimiento al por mayor) y se encargan de repartirlo al por menor, entre cada vecino u hogar fiscal. Encabezamiento significa pues un censo de características fiscales que incluye a los contribuyentes jefes de familia.
 
Fuente: “Diccionario Histórico de la España del Siglo de Oro”, de Annie Molinié-Bertrand. Acento Editorial