Limpieza de sangre
Práctica típicamente española, que suscitaba el asombro y reprobación en las demás naciones, incluso en Roma, encaminada a acreditar que se era «cristiano viejo», sin antepasados judíos, musulmanes o penitenciados por la Inquisición. La limpieza de sangre se empezó a practicar a fines del siglo XV en la península Ibérica como condición para ocupar cargos públicos. No se trataba sólo de una cuestión puramente religiosa, sino también de una reacción defensiva de los «cristianos viejos» contra una minoría agresiva, inteligente, ambiciosa y con cierto espíritu de grupo. La práctica estaba dirigida contra los juedoconversos, pues un morisco rara vez estuvo en condiciones de aspirar a un cargo elevado secular o eclesiástico; incluso era dispensado con más facilidad un antepasado morisco que uno judío, pues se llegó a sostener que una sola gota de sangre judía, por remota que fuera, contaminaba a toda su descendencia.
Fuente: "Diccionario de términos de Historia de España -Edad Moderna-" de Justina Rodríguez García-Josefina Castilla Soto. Ariel Practicum