Moriscos
Los moriscos son los musulmanes de España que debieron convertirse al catolicismo -a pesar de las capitulaciones de Granada de noviembre de 1491-. Los mudéjares de Granada en 1501, y luego los del conjunto del reino de Castilla en 1502, fueron obligados a convertirse o a abandonar España. En Valencia los mudéjares fueron bautizados a la fuerza y la medida se entendió a todos los musulmanes de la Corona de Aragón en 1525.
Los moriscos habitaban en el reino de Granada (más de la mitad de la población), en el reino de Valencia y en Aragón, donde los protegían los señores.
En 1563 se desarmó a los moriscos de Valencia y el 1 de enero de 1567 se publicaron en Madrid una serie de prohibiciones y de medidas de fuerza respecto a la población morisca de Granada. Tras dos años de estériles negociaciones, los moriscos de las Alpujarras se sublevaron el 24 de diciembre de 1568, e intentaron arrastrar a los del Albaicín. Eligieron a un rey, Fernando de Córdoba y Valor, que retomó su nombre musulmán de Aben Humeya. La guerra de las Alpujarras había comenzado. En abril de 1569, tras el fracaso del marqués de Mondéjar, don Juan de Austria recibió el encargo de aplastar la rebelión. El 1 de noviembre de 1570 se tomó la decisión de enviar a Castilla, Andalucía occidental y Extremadura a todos los moriscos del reino de Granada. Durante el invierno de 1570-1571 fue deportada una primera tanda de 50.000 personas. Se calcula que entre el 1 de noviembre de 1570 y la primavera de 1571 un 30% de los moriscos murieron en el camino.
La expulsión definitiva de los moriscos de la Corona de Aragón se decretó el 4 de abril de 1609, y la de los moriscos de Andalucía y de Murcia fue efectiva el 10 de enero de 1610. En total, 300.000 personas fueron expulsadas de España. Muchos moriscos emigraron al norte de África, en especial a Túnez y a Marruecos (Rabat-Salé). En Berbería los moriscos fueron llamados andaluces.
Fuente: “Diccionario Histórico de la España del Siglo de Oro”, de Annie Molinié-Bertrand. Acento Editorial